Huele todavía a tinta fresca. Acaba de salir de imprenta “Mi patria es el escenario” – Biografía a dos voces de JUAN CARLOS GENÉ. Es el libro que concebí y escribí de común acuerdo con el autor de El herrero y el diablo, Ulf o El sueño y la vigilia. Lo editó Corregidor, lo prologó Pablo Zunino y reúne el resultado de largas conversaciones que mantuve con Juan a grabador abierto, desde 2009 hasta pocas semanas antes de su partida definitiva. Contiene también reflexiones suyas y mías, algunas reseñas de sus puestas, datos obtenidos de su archivo personal que me legó en un acto de generosidad que todavía me conmueve, y una selección de fotografías familiares y de sus creaciones escénicas. Mi objetivo fue dejar un testimonio biográfico de una personalidad irrepetible en el campo de la cultura y el teatro latinoamericanos. No sé si lo logré ni, mucho menos, si está a la altura. Pero hoy soy feliz y lo comparto.
Hombre de la escena en el más amplio sentido
del término (actor, autor, director, maestro, pensador, fundador de grupos
teatrales, gestor cultural), Juan Carlos Gené fue en vida y sigue siendo una
personalidad inabarcable. Su riqueza y complejidad artística y humana desborda
cualquier pretensión biográfica. Por eso mismo, todos y cada uno de los
intentos orientados a retener la huella de su trayectoria vital y artística
terminan por ser, desde el más modesto hasta el más enjundioso, tan insuficientes
como necesarios.
En este caso, la
semblanza del autor de El herrero y el
diablo o de Ulf surge de un
diálogo amistoso combinado con anécdotas, reseñas de espectáculos, textos
teóricos y confesionales, fotos, cartas y testimonios de algunas personas de su
círculo íntimo como sus hijos Hernán, Paula y Valeria, o como la actriz
Verónica Oddó, su musa y compañera en la escena y en la vida durante sus
últimos treinta años.
La serie de
encuentros durante los que se amasó la materia que constituye este libro
comenzó a fines de 2009 y, en su transcurso, fue la vida misma la que impuso su ritmo a
las charlas, a la selección de lo evocado y hasta a los silencios, tanto los
voluntarios como los inexorables. En esta última categoría deberá incluirse la
interrupción impuesta en 2010 por el afligente diagnóstico de la enfermedad que
iba a acabar con su vida un año y medio más tarde. Un paréntesis al que siguió
la decisión de reanudar tiempo después las conversaciones con la misma
serenidad y generosa aceptación del destino que aplicó a continuar con los
ensayos de Hamlet, hasta su estreno
en agosto de 2011, y a prepararse y preparar a quienes lo querían y lo
necesitaban, para la ausencia final. Ausencia que, a pesar de la comprensible
congoja que dejó su partida, es negada una y otra vez en cada homenaje, cada
retrospectiva de su vida y su obra, cada edición o reedición de sus textos,
cada nuevo montaje de sus obras y cada evidencia del legado dejado por quien ya
es un autor, actor, director y maestro de teatro eternamente presente, con
categoría de clásico y con presencia y proyección universales.
Merecido homenaje!
ResponderBorrar¡Gracias, Hadasa! Aprovecho entonces para invitarte a la presentación de "Mi patria es el escenario - Conversaciones con Juan Carlos Gené", que tendrá lugar en el Centro Cultural Néstor Kirchner, Sala Federal, el próximo martes 3 de noviembre a las 19. ¡Te esperamos!
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