tag:blogger.com,1999:blog-3304615410437118052023-12-01T05:53:35.699-08:00Olga Cosentino (De la vida y de las marionetas)"El arte no es un espejo para reflejar la realidad sino un martillo para darle forma".
Bertolt BrechtOlga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.comBlogger41125tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-67815753286880335442023-11-29T14:31:00.000-08:002023-12-01T05:53:03.342-08:00LA GALERA DEL MAGO
<div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjQLcwsnt35UeLOiYix8loAGOUR8-DOtW1hs9C-6WSoUZ0XNymI68cReYh4pE3boievPQ9lc59bwxffJbsNK8ryGa02S5e7NHVUjL7QF-qUSOLVQJGXxgiE4AXMpyyRLVBYvPADZncmCD5d148a39pdGdxMvemlXoVhgTNSQySUddUgBWBL94-j8hokKA/s237/descarga%20%282%29.jpeg" style="display: block; padding: 1em 0; text-align: center; "><img alt="" border="0" width="320" data-original-height="148" data-original-width="237" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjQLcwsnt35UeLOiYix8loAGOUR8-DOtW1hs9C-6WSoUZ0XNymI68cReYh4pE3boievPQ9lc59bwxffJbsNK8ryGa02S5e7NHVUjL7QF-qUSOLVQJGXxgiE4AXMpyyRLVBYvPADZncmCD5d148a39pdGdxMvemlXoVhgTNSQySUddUgBWBL94-j8hokKA/s320/descarga%20%282%29.jpeg"/></a></div>Otra vez, teatro de anticipación. La obra de Jorge Palant <i>La galera del mago</i>, en la versión escénica de Jorge Diez, que este sábado ofrece la última función de su breve temporada en el Teatro del Pueblo, con las buenas actuaciones de Florencia Galiñanes y Néstor Navarría, cuenta una historia ambientada en un pasado no tan lejano. Pero a la luz del presente se resignifica hasta presagiar un futuro casi abismal. Que preferí no imaginar y, en consecuencia, no registrar inicialmente la inquietante señal que emitía el escenario.
Había leído la obra allá por el 2013, cuando su autor me confió la versión original, a poco de escribirla. Se sabe que del texto teatral a su representación hay un buen trecho. La puesta es siempre una traducción, el pasaje de un idioma a otro, con todas las traiciones que unas veces enriquecen y otras desfiguran el original.
Aún sabiéndolo, confieso que la puesta me descolocó. Lo que vi me pareció, al principio, una radical reescritura escénica que, sin cambiar necesariamente lo esencial del texto, me llevó a dudar, sobre todo en los tramos iniciales de la representación, si la obra que estaba viendo era la que había leído. Es cierto que uno de los objetivos del teatro es descolocar al espectador, incomodarlo, pero me pregunté si no había algo de arbitrario en presentar a los personajes como excesivamente estrafalarios, de comportamientos aparentemente escindidos de toda lógica.
Me lo pregunté durante los varios días que siguieron al estreno y precedieron al balotaje de las elecciones presidenciales que ganó un candidato no menos estrafalario. Y me lo sigo preguntando ahora que, sin que aún el electo haya asumido, ya se advierten signos de un autoritario y amenazador extravío en declaraciones de inminentes funcionarios. Y extrañamente, también en mucha gente de a pie que adhiere a la opción hoy triunfante. Con parecido desajuste cognitivo, se lee y se escucha hablar, casi con naturalidad, de venta libre de órganos, armas o niños, de libertad de morirse de hambre o de reivindicación de genocidas. Nos enteramos, cual si de una noticia más se tratara, que quien gestionaría la educación de nuestros hijos y nietos será una antifeminista prodictadura vinculada al pinochetismo. Lo procesamos con espanto pero con no menos espantosa sobreadaptación, como si una suerte de demencia colectiva se estuviera adueñando de la salud mental de la sociedad.
Parece urgente estar alerta porque es un fenómeno que ha ocurrido en distintos tiempos y geografías y nada indica que no pueda repetirse. Por caso, lo sucedido en 1534 en la entonces aldea alemana de Münster, donde la insatisfacción de la comunidad y el deseo de un cambio llevaron al poder a un panadero que oía voces del más allá, se autoproclamba profeta y prometía que en el poblado surgiría la Nueva Jerusalén. La comunidad se entregó a la seducción del singular personaje y devino un ciclo de desquicio social en el que se instaló el terror, se suprimió el uso de la moneda, se decretó la poligamia obligatoria para los varones, la eliminación de las “bocas inútiles” y hasta se habilitó la antropofagia. El legendario suceso fue retomado en el libro <i>El día de la ira</i>, que en los años 30 del siglo pasado publicó Reck-Malleczewen, un prusiano que pagó su osadía literaria en el campo de exterminio de Dachau. Y que no casualmente se reeditó en 2017, coincidiendo con el revival de ultraderechas y demás monstruosidades.
La acción de <i>La galera del mago </i>se inicia cuando una mujer y un hombre entran a escena –el departamento de ella-- e intentan establecer algún diálogo que acerque sus recíprocas soledades un poco mejor que el rústico encuentro sexual que acaban de mantener. Los dos apelan a modos desapacibles y a una falsa desenvoltura que oculta acaso inseguridad, miedo o algo inconfesable que les hace imposible cualquier módica franqueza. Cuando, entre frases insustanciales, ella cuenta que es actriz y él, que músico, ambos inician el juego de ponerse prendas y pelucas de vestuario teatral que sacan de un baúl. Entre las estridencias de un pop ochentoso y por detrás de los absurdos disfraces que van calzándose, empiezan a hablar los fantasmas ocultos en la memoria de los dos. Y es ahí donde, por fin, se revela que, lo que los une, es precisamente lo innombrable, la frontera infranqueable de cualquier racionalidad: él y ella comparten la común condición de sobrevivientes de la dictadura. El trauma vivido no cabe en los límites del sentido común y ambos necesitan esa disociación de identidades que les permite la ficción artística.
Pero la dirección de Jorge Diez extiende esa ruptura más allá de los personajes. Nos incluye socialmente como espectadores rotos. Ocasión para juntar nuestros pedazos e intentar recuperar lo que se pueda.
Gran parte de la dramaturgia de Jorge Palant reelabora las marcas que, entre 1976 y1983, laceraron el cuerpo social y afectaron los comportamientos y conflictos individuales de los argentinos. Muchas de sus obras (<i>Madre sin pañuelo, Encuentro en Roma, La cabeza de Goliat,</i> entre otras) se revelan como una búsqueda entre los escombros de la demolición colectiva que produjo en el país esa tragedia política.
<i>La galera del mago</i> es un nuevo título de ese corpus temático. Pero con el plus de una puesta en escena que descubre, en un texto escrito hace una década, el vaticinio de un extravío comunitario de consecuencias indecibles. De las que alguien, quizá sin saberlo, está ahora mismo, ojalá, escribiendo.
<b>* FICHA TÉCNICA</b>
<b>La galera del mago</b>
<b>Autor: Jorge Palant
Intérpretes: Florencia Galiñanes, Néstor Navarría
Intervención dramatúrgica y musicalización: Jorge Diez
Diseño de escenografía y vestuario: Jorgelina Herrero Pons
Iluminación: Violeta Diez
Dirección: Jorge Diez
Teatro del Pueblo</b>
Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-30154474246146100722023-11-02T15:10:00.000-07:002023-11-02T15:10:59.931-07:00LA CELEBRACIÓN DE MANUELA SÁENZ<div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0EOxIIR6glqrvqDyaVrhFq7kOs6CqF-iI4RSUfl5-0iFQjjv-CXfvMMK1lt70GToQU-QL1rNl-7iC7r6QLoq_EfU-zgUB9iOjFZHMnBEG0njcK6LLGNxK53TXkkdbrATD78BGdbjGDlqu_7Qep5MA9gTvwG2VTdy0qjdZvO6Hfv89AzCOla7mlbg42NA/s275/descarga.jpeg" style="display: block; padding: 1em 0; text-align: center; clear: left; float: left;"><img alt="" border="0" width="320" data-original-height="183" data-original-width="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0EOxIIR6glqrvqDyaVrhFq7kOs6CqF-iI4RSUfl5-0iFQjjv-CXfvMMK1lt70GToQU-QL1rNl-7iC7r6QLoq_EfU-zgUB9iOjFZHMnBEG0njcK6LLGNxK53TXkkdbrATD78BGdbjGDlqu_7Qep5MA9gTvwG2VTdy0qjdZvO6Hfv89AzCOla7mlbg42NA/s320/descarga.jpeg"/></a></div>
Hay mujeres a las que es urgente ver y oír. Como a la actriz @Cecilia Hopkins en “La Celebración de Manuela Sáenz”, la obra que sólo por tres sábados más se puede ver en el Celcit.
También hay mujeres a las que es necesario, y acaso también urgente, no olvidar, o recuperar, porque aunque su tiempo físico haya ocurrido en el pasado, sus vidas siguen hablando en presente perfecto.
“La celebración de Manuela Sáenz” es un monólogo escrito por el ecuatoriano Luis Zúñiga, en el que la amante de Simón Bolívar ajusta cuentas con la memoria de sus años junto al Libertador.
El texto es una suerte de confesión catártica de las intensidades gozadas y padecidas por una disidente protofeminista en armas que, en el siglo XIX latinoamericano, lucha contra el colonialismo español y resiste la cultura patriarcal.
En el inicio del relato escénico aparece una Manuela delgada, enjuta, disponiéndose a vender dulces y bordados como recurso de subsistencia, en la feria del puerto peruano de Paita, adonde fue desterrada de su Quito natal tras la muerte de Bolívar. Manuela evoca con nostalgia pero también con ironía y sentido crítico, cómo se ganó el grado de coronela del ejército patriota, o la Orden del Sol otorgada por San Martín o el título de Libertadora del Libertador, que Bolívar le concedió por haberlo salvado de una conspiración opositora.
Una escenografía de austeridad espartana hace que menos signifique más. Contra la sobriedad del paisaje escénico se recorta y potencia el minimalismo expresivo de la actriz, que convierte a Manuela en una mujer presente, cercana, reconocible. Cada movimiento de las manos, cada enarcar las cejas o clavar la mirada y la intención, cada inflexión de la voz o vaivén de la falda es señal de que Manuela está ahí, respira y dice. Con el genuino acento quiteño (aprobado por el autor, en charla después de la función) la actriz consigue un registro latinoamericano que suena espontáneo y encantador, y con el que el personaje va revelando su condición de hija natural tanto como sus dotes de lúcida política y osada guerrera en las batallas por la emancipación latinoamericana. Imposible no encontrar paralelismo con otras mujeres-coraje de la Patria Grande. Alguna nacida también de unión ilegal, alguna de padre colectivero, muchas que tomaron las banderas de sus hijos desaparecidos por dictaduras genocidas, todas igualmente amadas por su pueblo y denostadas, perseguidas y odiadas por las élites del privilegio.
Vi la obra que recomiendo hace dos sábados, cuando acá vivíamos la víspera de una elección abismal y mientras en el mundo, entre otras crueldades y absurdos de nuestra civilización, el cielo de Israel y Gaza seguia encendiéndose con haces de odio y muerte.
En tiempos como los que corren, en los que todavía no hay un limite cultural para tanto dolor social, lo que ofrece Cecilia Hopkins con exquisito dominio de su arte es un reparo simbólico tan modesto y delicado en su despliegue como profundo y rico en su significado. No te lo deberías perder.Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-81594589181863092962022-11-28T08:58:00.017-08:002022-11-30T15:54:20.435-08:00"LAS SÁBANAS", DE MARÍA IRIBARREN<blockquote></blockquote>Recomiendo leer <i>Las sábanas</i>, poesía reunida de María Iribarren, libro que
tuve el privilegio de conocer antes de su publicación. Y del que ignoro si
tendrá versión tradicional en papel o sólo en soporte digital. Pero no quiero
dejar pasar más tiempo sin advertir, a los merodeadores de las redes, que
estamos, a mi modesto parecer, ante una voz original e inspiradísima dentro del
género. La poesía de Iribarren es como ella misma: de fuerte personalidad tanto
en la audacia frontal de los temas que aborda como en la libertad para infringir
el canon gramatical cuando el sentido lo reclama. Conocí a María como
periodista, cuando en los lejanos noventas compartimos la redacción del
suplemento de cultura y espectáculos de un medio gráfico. Admiraba la solvencia
y agudeza de su prosa en temas de cine, radio, televisión y medios de
comunicación emergentes. No supe de su talento para la síntesis lírica hasta
varios años después, cuando me sorprendió con la publicación de
<i>Emak Bakia</i>, un libro de finísima e intensa poesía, ilustrada con dibujos
de Julia Vallejo Puszkin. Pero seguí pensándola como una periodista talentosa y
como académica a cargo de cátedras universitarias de su especialidad, que había
hecho una incursión aleatoria en otro campo. Hasta que, hace algunas semanas,
supe que estaba a punto de publicar <i>Las sábanas</i> y, en nombre de nuestra
común condición de excolegas, le pedí leer los originales. No sé si lo que leí
será exactamente lo que se publicará, o si la versión definitiva tendrá
agregados, cortes u otras modificaciones. De lo que estoy convencida, en cambio,
es de que María Iribarren tiene ya un lugar de relevancia en la poesía argentina
contemporánea. Y quiero, como lectora de <i>Las sábanas</i>, dejar mis
impresiones.<div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUu6XXeGj_wDCBYQaz3LGW99ka3jKcLrvGzxY2WL2p91RF9-WYyXX0SdUcSmZHDMWt3Y-VwtgzFsljp3foHhl43UpgaHp2t22ja8_Lo8iINjk0YDffiOz_-rgYCoO3zHfb8KeiXl8yaHwPQHDjV32F7cT4wztDcFw0DI4RKD4NDitRmcYyHYW-GCMn/s2048/54127_140447212670904_404307_o.jpg" style="display: block; padding: 1em 0; text-align: center; clear: left; float: left;"><img alt="" border="0" height="320" data-original-height="2048" data-original-width="1365" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUu6XXeGj_wDCBYQaz3LGW99ka3jKcLrvGzxY2WL2p91RF9-WYyXX0SdUcSmZHDMWt3Y-VwtgzFsljp3foHhl43UpgaHp2t22ja8_Lo8iINjk0YDffiOz_-rgYCoO3zHfb8KeiXl8yaHwPQHDjV32F7cT4wztDcFw0DI4RKD4NDitRmcYyHYW-GCMn/s320/54127_140447212670904_404307_o.jpg"/></a></div>
<b>Lo que descubrí debajo de <i>Las sábanas</i></b>
Este nuevo libro de María Iribarren fue concebido en el período que va del inicio
de la pandemia al presente --acaso perpetuo-- de una postpandemia sin final
anunciable. Las composiciones van testimoniando el devenir de un cuerpo de mujer
y sus misterios interiores, que incluyen huesos, vísceras, fluidos, emociones,
pulsiones, intenciones y otros componentes de naturaleza y cantidades indefinibles.
Con la excusa de explicar el porqué del título, el libro arranca con un texto de
extraño y transparente lirismo, escrito en prosa poética, donde las sábanas
insinúan siluetas y temblores antiguos y actuales. Escritos en la intemperie de
la primera persona, todos los poemas contienen, a la vez, la identidad plural de
lectoras o lectores que se reconozcan sujeto de, por caso, la tremenda distopía
global del Covid 19. O de cualquier otra anomalía de las muchas que, a lo largo
de la vida, perturban o arrasan el orden previo, tanto en el individuo como en
la especie.
Las frases de los acápites y las citas al interior de los textos identifican a
algunos referentes culturales de la autora:
Abbas Kiarostami, Samuel Beckett, Charly García, Trévor Nunn, Damon Albarn,
Prince, Susana Thénon, César Moro, Georg Steiner, Gilles Deleuze o Elena
Ferrante, entre otras y otros. En su mayoría, figuras claves del pop o la
filosofía, del cine o de la música, que han dado testimonio de un tiempo
convulso. Un tiempo de tormentas encadenadas que, lejos de aquietarse, vienen
acelerándose y superponiendo daños desde las dos Guerras Mundiales del siglo XX
hasta hoy. En ese marco, María pinta la íntima aldea que delimitan sus sábanas
y, claro, pinta el mundo. El suyo. El de la generación que padeció mandatos
patriarcales. El que asistió en la Argentina a los horrores de la dictadura
genocida. El que milita la emancipación de las mujeres y otras disidencias. O el
que atravesó el encierro y el miedo de dos años largos de aislamiento sanitario.
<i>La sábanas</i> es la bitácora de un viaje introspectivo que empieza en marzo
de 2020. La primera composición, sólo formalmente en prosa, de oraciones cortas
y lapidario fraseo, se titula Diagnóstico y describe un encierro que remite a
una experiencia nueva y a la vez ya vivida, a un tenebroso <i>dejá vu</i>:
<i
>“El aislamiento, ¿nos sobrevivirá por segunda vez? Les otres que vuelven,
esta vez, espejos / de una amenaza invisible. El futuro en contagio. Muerte
garantizada”.</i
>
La poesía de Iribarren tramita la anormalidad desafiando la norma lingüística,
abarcando pero también excediendo el lenguaje inclusivo:
<i
>El recuerdo del presente ya me aterra. ¿Qué haré entre les vives si
sobrevivo? </i>El poema desafía y exige restaurar la razón de ser de la
nomenclatura gramatical:<i> Me duele la emergencia, el devenir interrogatorio en
subjuntivo</i
>. O más adelante:
<i
>Versos en estado gaseoso / inflados, correctos: / mayúsculas en la excepción,
puntos al final, comillas al comienzo / pero vos y yo sabemos que volver no es
regresar.</i
>
No le sirve ya, a esta poesía, la métrica ni la rima clásicas. Necesita inventar
nuevas cadencias, asonancias o disonancias, otras pausas, acentos nuevos que
restauren el sentido que todavía puede repararse. Precisa introducir con audacia
los significados recién nacidos, o los que se están gestando. Como cuando
remplaza el previsible sustantivo ventana por ventaja:
<i
>Hoy es hoy. Abril, 2020. Miro a través de la ventaja (¿debería haber escrito
ventana?). Me separa un balcón. En el otro costado, una pared. Los gatos van y
vienen por la medianera. Suena una sirena no demasiado lejos. (Ese sonido
viene de otra secuencia de amenazas. Calambres en el alma)</i
>. La última frase, lo aclara al pie de página, es de Charly García en
<i>Piano Bar</i>, 1984; otro tiempo, otro peligro. Este viaje al interior de
verdades que no pactan con la autocompasión incluye el blanqueo de deudas y
acreencias con la madre que estuvo y con la que se ausentó; con el hijo, con el
padre-patrón y con abuelos acosadores. Entre las sábanas de María hay gozos y
dolores, de a dos y en soledad. Hay refugios, exilios, prisiones y mortajas. Hay
insomnio y pesadilla, Hay sangre, semen, lágrimas, músculo y tendones. Hay hueso
partido y abrazo de titanio. ¡Hay que atreverse a seguir el hilo de la propia
identidad hasta llegar a ese hueso esencial que no admite restauro quirúrgico!
Este libro lo consigue. Y entrega el resultado sacrificial a quien, a su vez, se
atreva a implicarse profundamente en su lectura. No para encontrar la salida.
Apenas para retomar el hilo y seguir andando el laberinto.
Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-55206735014144322012022-05-30T10:37:00.000-07:002022-05-30T10:37:57.425-07:00LA CABEZA DE GOLIAT (Hombres del claroscuro)<div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiU7Zl8_9MWm4AmVwC8CN2t_qNtBtyowc4mylSW7zStQr1IR69GchLO5uee86oCOmBjHIkmNYq7X_FdAiaZbQ0MhkpB9tfEurRImd3vAy_yChhBUWqM9r1_kj_6-Xhp1xxGUB631pHA2k479whY8OTq8drPPPhZLIzdelbtSJhs69rXx-hZT9UDvHZZ/s1510/IMG_5610.JPG" style="clear: left; display: block; float: left; padding: 1em 0px; text-align: center;"><img alt="" border="0" data-original-height="1510" data-original-width="1347" height="390" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiU7Zl8_9MWm4AmVwC8CN2t_qNtBtyowc4mylSW7zStQr1IR69GchLO5uee86oCOmBjHIkmNYq7X_FdAiaZbQ0MhkpB9tfEurRImd3vAy_yChhBUWqM9r1_kj_6-Xhp1xxGUB631pHA2k479whY8OTq8drPPPhZLIzdelbtSJhs69rXx-hZT9UDvHZZ/w348-h390/IMG_5610.JPG" width="348" /></a></div><span style="font-size: medium;">No pierdan tiempo. Vayan a ver <i>La cabeza de Goliat</i> antes de que baje de cartel este espectáculo de Jorge Palant que, los sábados a las 18, en el Teatro Tadrón (Niceto Vega y Armenia) habla, precisamente, del tiempo. </span><div><span style="font-size: medium;">Si bien son muchos los temas que aborda esta obra –tantos, que hasta cabe imaginarlos, desarrollados y entramados, en una novela--, es el tiempo y su devenir, no estrictamente cronológico, lo que motoriza el conflicto. </span></div><div><span style="font-size: medium;"> La pieza recrea inicialmente una charla ficcional de dos personajes que tuvieron existencia real. El protagonista es el cineasta, poeta, pintor, militante comunista, católico y anticlerical italiano Pier Paolo Pasolini (1922-1975), animado aquí por Néstor Navarría. El acentuado parecido físico con su personaje permite un juego eficaz con la actuación que, virada hacia el trazo expresionista, elude el realismo plano y expande significados. La interlocutora es la actriz y cantante italiana Laura Betti (1927-2004), que en la vida real mantuvo un prolongado vínculo artístico y emocional con Pasolini, al punto que el director --homosexual confeso y desafiante de los prejuicios de su época— la definía como “su mujer no carnal”. La anima Coni Marino, con sensibilidad y sobrados recursos actorales y vocales.
Promediando la obra, la evocada figura de Caravaggio se corporiza con la ambigua pero contundente materialidad de las pesadillas. El actor Marcelo Sánchez, también con una fisonomía afín a los autorretratos del pintor renacentista, convence con la sinceridad y el temperamento que comunica al personaje.
La conversación discurre en la víspera del último y fatal 2 de noviembre en la vida del director de <i><i>Teorema, Mamma Roma</i></i> o <i>Accatone</i>, ya que al día siguiente murió asesinado por un joven, probable sicario, en un hecho presuntamente mafioso y nunca esclarecido. Esa noche previa, que en la charla ficcional termina revisando toda una vida, la sobria puesta de Enrique Dacal articula con fluidez escénica las superposiciones y fracturas entre lo real y lo soñado. O entre la conciencia individual y el inconsciente sociocultural. Y lo consigue básicamente con las actuaciones.
Las palabras dichas no son sólo descriptivas o narrativas sino que crean lo que nombran. Y entre las verdades que la amistad y el alcohol liberan, la referencia a Caravaggio no es inocente. A Pasolini siempre le interesó la obra de quien innovó la pintura renacentista con el dramatismo del claroscuro. Y en la charla surgen otros datos coincidentes en las biografías de ambos artistas, cuestiones que fueron materia de análisis de ensayistas y críticos de arte. El mismo cineasta dejó entre sus papeles algunas reflexiones sobre el pintor. Las réplicas y contrarréplicas de Laura y Pier Paolo evocan el estigma social y la persecución que tanto el artista del siglo XVII como el cineasta del XX sufrieron por su homosexualidad y sus provocaciones al poder político y a la Iglesia. Sale a la luz, asimismo, que uno y otro eligieron sus modelos entre criaturas de la periferia social, pobres, enfermos, prostitutas e indigentes. Y que en sus respectivas vidas y obras confrontaron lo sublime con lo brutalmente terrenal. </span></div><div><span style="font-size: medium;"> Y aquí, una reflexión sobre la coincidencia o encuentro en el escenario de personajes de la realidad que vivieron en distintas etapas históricas. Abundan los ejemplos ilustres de tal procedimiento. En la <i>Divina Comedia</i>, nada menos que catorce siglos separan al autor/protagonista (Dante Alighieri, siglo XIV) de su guía por el Infierno y el Purgatorio (el poeta romano Virgilio, siglo I a.C.). Es cierto que, en otros casos, tal anacronismo no pasa de ser caprichosa arbitrariedad de olvidables fabricantes de ficciones. Pero el uso que el dramaturgo Jorge Palant viene dándole a esa fórmula siempre significa más que lo que expresa. Remite, en mi opinión, a cierta concepción marxista del tiempo según la cual la Historia no es una sucesión lineal y cristalizada de los hechos del pasado, sino una categoría en permanente, dinámica relación dialéctica con distintos momentos de su devenir. Ya en la obra Réquiem, el autor reunía a la escritora y periodista checa Milena Jesenská, muerta en 1944 en un campo de concentración nazi, con el fotorreportero sudafricano Kevin Carter, ganador del Pulitzer 1993 por su fotografía de una niña sudanesa hambrienta, asediada por aves carroñeras. En ese encuentro más allá de sus existencias terrenas, debatían sobre los límites éticos del mérito profesional. </span></div><div><span style="font-size: medium;"> En <i>La cabeza de Goliat</i>, Palant retoma esta modalidad al juntar a Pasolini y Caravaggio, dos artistas separados por casi 400 años, ambos en abierto conflicto con la prepotencia de las instituciones de su tiempo. Y entre las del siglo XX, el autor se permite incluir al psicoanálisis, con la autoridad que le confiere su doble condición de dramaturgo y médico psicoanalista. Lo que se busca, y se consigue o no, según la mirada de cada espectador, es poner a prueba si la distancia entre ambos personajes es tanta como lo cronometra el calendario. Al usar como modelos para sus vírgenes y santos a prostitutas y vagabundos, el renacentista escandalizaba a la alta burguesía y a la Iglesia, poderes fácticos del naciente capitalismo y consumidores de su arte, El director de cine retrata en sus películas la vida en los márgenes de la decadente sociedad capitalista. Uno y otro coinciden y discrepan sobre las monstruosidades engendradas, según la gramsciana frase, por “lo viejo que no acaba de morir y lo nuevo que no acaba de nacer”. Y como el Dante conducido por Virgilio, este Pasolini se interna, de la mano de Laura, en el infierno de sus propias obsesiones y contradicciones. Las que hacen del fantasmático Caravaggio el espejo en el que el cineasta se reconoce y al que rechaza. Sobre todo, cuando presiente que el pintor de tantas decapitaciones (de Goliat, de Holofernes, de Juan el Bautista) parece regresar, desde su lejano siglo XVII, para atormentar con ominoso presagio a nuestro casi contemporáneo Pasolini. ¿Sólo a él? </span><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><ul style="text-align: left;"><li><span style="font-size: medium;"> <b>LA CABEZA DE GOLIAT (HOMBRES DEL CLAROSCURO) </b></span></li><li><b><span style="font-size: medium;">Autor: Jorge Palant </span></b></li><li><b><span style="font-size: medium;">Intérpretes: Néstor Navarría, Coni Marino, Marcelo Sánchez </span></b></li><li><b><span style="font-size: medium;">Escenografía y Vestuario: Julieta Capece </span></b></li><li><b><span style="font-size: medium;">Director: Enrique Dacal </span></b></li><li><b><span style="font-size: medium;">Teatro: Tadrón (Armenia y Niceto Vega), sábados a las 18</span></b></li></ul></div></div>Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-58200676391230203122021-10-10T14:39:00.001-07:002021-10-10T14:39:58.157-07:00ADVERSARIOS<div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiatxobZz3wG6SH_Kbx7HYtFNq3WhupBkNUIhK3uiSYbOo3BuXjqPpcwZZXcpKvuD05flWjAdT_rlt1DKeHAu38CRFefQlx9b4J3JUAbjpj7vuIEGUZH_XeWdF_JjB3JJ-fplWcCCkYHEo/s1138/Adversarios242432192_243815527700981_1243192841717781853_n.jpg" style="display: block; padding: 1em 0; text-align: center; clear: right; float: right;"><img alt="" border="0" width="320" data-original-height="640" data-original-width="1138" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiatxobZz3wG6SH_Kbx7HYtFNq3WhupBkNUIhK3uiSYbOo3BuXjqPpcwZZXcpKvuD05flWjAdT_rlt1DKeHAu38CRFefQlx9b4J3JUAbjpj7vuIEGUZH_XeWdF_JjB3JJ-fplWcCCkYHEo/s320/Adversarios242432192_243815527700981_1243192841717781853_n.jpg"/></a></div>Coincidiendo con la llegada, algo tardía este año, de las aves homónimas, La Golondrina abrió sus alas –-o lo que es casi lo mismo: su escenario del barrio de Once, en el 2615 de la calle Sarmiento--, después del largo encierro pandémico. Acaba de estrenarse allí<i> Adversarios</i>, la adaptación teatral que Nicolás Porras y María Noble realizaron del relato de Antón Chéjov, <i>Enemigos</i>.
Protagonizada y dirigida por el mismo Porras, con la actuación de Eduardo D Alessandro en el rol antagonista, la obra arranca con una escena sin palabras que es un desafío actoral mayúsculo. Un hombre sale de la habitación donde acaba de morir su único hijo, de seis años, víctima de la epidemia de difteria. Derrotado como padre y como médico, exhausto después de días y noches de lucha estéril contra la enfermedad que resultó más poderosa que su amor y que su ciencia, el hombre seca el sudor de su cara, parece hundirse en el extravío de preguntas sin respuesta, da unos pasos, vuelve, se sienta ante una modesta mesa escritorio, intenta leer y cierra con desprecio los libros inútiles de medicina. Estas acciones mudas tienen la tensión y el desgarro de un alarido, que Porras comunica con el lenguaje exacto de su gestualidad y movimientos. Si no fuera por el efecto hipnótico que producen esos minutos de puro teatro, el público sellaría la escena con una ovación.
Lo que cambia el clima es la estridencia de un timbre que corta como tajo el duelo introspectivo. Al inoportuno, insistente llamado, le sigue la entrada de un hombre, encarnado por D Alessandro, que suplica primero y después exige al médico que vaya de inmediato a asistir a su mujer, víctima de un cuadro en apariencia grave. En adelante, comienzan a desplegarse las múltiples formas de la incomprensión de dos criaturas atravesadas por su propio dolor y la imposibilidad subjetiva de entender la frontera que los separa y los enfrenta. Frontera que no es sólo circunstancial sino también de status social y poder económico.
El resto es una trama de crecientes y mutuas ofensas y de intentos de reparación condenados al fracaso. Pero que van desnudando el desamparo esencial de la criatura humana, cualquiera sea el grado de su saber o de su poder.
Como en <i>El testigo</i>, la anterior puesta de este equipo teatral que integran el actor y director Nico Porras y la médica y sensible dramaturgista y gestora cultural María Noble, también en esta obra hay que destacar el cuidadoso tratamiento visual y sonoro de la puesta. La austera pero expresiva utilería y los climas generados por la iluminación y la música instalan, a la izquierda del pequeño escenario de La Golondrina, la modesta recámara de la casa del médico y, a la derecha, el señorial confort de la mansión del cliente. Menos es más en este espectáculo de chejoviana delicadeza que, a la manera de una golondrina venida de la Rusia de finales del Siglo XIX, hubiera detenido su vuelo en los altos de una casa del Once para recordarnos que, salvo algunos avances tecnológicos, en esta pospandemia del XXI, el comportamiento humano no ha cambiado demasiado.
Como todo Chéjov, este relato devenido teatro conserva la mirada piadosa pero realista sobre los personajes, y es una reflexión sobre la vida, la enfermedad y la muerte. Y ahonda en las variables de ese ciclo, que incluye el amor y el odio, la desigualdad y las injustas jerarquías, la honestidad y la traición, el egoísmo, la dificultad de perdonar, los rígidos mandatos éticos, las ambiguas normas morales y la imperfección de la especie como límite de cualquier utopía.
<b><b></b></b>
Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-29493499807830017572020-08-31T16:40:00.001-07:002020-09-02T14:02:42.177-07:00HERR PROFESSOR FREUD“No tenés límite”, le dije a modo de elogio a Pablo Zunino, después de ver por streaming, el sábado 16 de agosto, <i>Herr Professor Freud</i>, su más reciente creación escénicodigital. Se rió y no sé si percibió (yo inicialmente tampoco) las implicancias de esa frase coloquial, que me salió espontánea y abarcadora de todo lo que su espectáculo me ofreció para ver y me provocó para pensar y sentir. <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjs1breoB57Rj0LAbvJICChDN1DCtKrv3K3nybb5khykiEuwRWJHcrO7qQNsB7805Nk5UCvJGfLRvimd5UhDqs8vS78QPc9mVj2y31tQlcxQRFBy2NSe71pC9RRO6Pwy6emojpQv_FNhp0/s1600/118324515_10219844555638988_6695871805318784725_o%25281%2529.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjs1breoB57Rj0LAbvJICChDN1DCtKrv3K3nybb5khykiEuwRWJHcrO7qQNsB7805Nk5UCvJGfLRvimd5UhDqs8vS78QPc9mVj2y31tQlcxQRFBy2NSe71pC9RRO6Pwy6emojpQv_FNhp0/s320/118324515_10219844555638988_6695871805318784725_o%25281%2529.jpg" width="283" height="320" data-original-width="849" data-original-height="960" /></a></div>
Y sí, inicialmente creí que lo que me asombraba y admiraba era la versatilidad del talento de Zunino, que le ha permitido, a veces en simultáneo, ejercer su profesión de psicoanalista, ser crítico cultural en la prensa escrita, crear y conducir un programa radial; escribir, actuar, dirigir y producir teatro; y hasta consolidar un éxito de ocho temporadas ininterrumpidas que se llamó <i>El Dr. Lacan</i>. Sumados a su singularísimo nuevo trabajo sobre el padre del psicoanálisis, esos antecedentes bastaban, a mi primera vista, para dudar de que mi amigo hubiese agotado ahí su abanico de competencias. Y secretamente, confieso, me preparaba para aplaudirlo en su eventual próximo debut como performer, regisseur, creador de esculturas virtuales o director de orquesta.
El espectáculo es a la vez un tributo al teatro, su negación y el rescate de sus despojos. Y es, más que homenaje a Freud, un grito de auxilio al intelectual, médico y neurólogo que tan profundamente buceó en la psiquis de la Humanidad en los siglos XIX y XX, a ver si su sabiduría le arrima un diván, un clonazepam o una camisa de fuerza si fuera necesario, a tanta locura desatada en el XXI. En cuanto a la estética, combina recursos operísticos (como la larga obertura inicial), del cabaret y los géneros musicales, de la historieta, de la comedia de situaciones, del cine y la televisión. Pero no puede encuadrarse en ninguna de esas categorías. Al revés, todas ellas se desencuadran al ser atravesadas por los lenguajes de última generación que las nuevas tecnologías ponen en circulación y convierten en caducos casi inmediatamente, de modo secuencial y --otra vez-- ilimitado.
La obra está estructurada en escenas precedidas por carteles. El recurso típico del distanciamiento brechtiano es un guiño a su homólogo, el actual distanciamiento social preventivo. En la introducción, la voz en off del actor que en minutos será la de… ¿Freud?, recibe a espectadores que, si bien han pagado su entrada, son de una inmaterialidad que hará imposible el aplauso o el abucheo. Mientras tanto, un torrente de imágenes y fragmentos de películas o videos evocan, en blanco y negro o technicolor envejecido, un tiempo en que los cuerpos de Rita Hayworth & Fred Astaire, de bailarines de danza moderna, de acróbatas o de boxeadores se ofrecían al regocijo del público sin protocolos sanitarios. Un tiempo en que los ojazos de Betty Boop parpadeaban mimosos en su “Home Sweet Home”, la casa que el sueño americano no concebía como lugar de confinamiento. Como sí le tocará experimentar al dudoso Herr Professor, redivivo en Buenos Aires pandémico y obligado a adaptarse a las estrecheces de un departamento modesto, al alcohol en gel y la lavandina, a los teléfonos celulares, al lenguaje inclusivo y a la contingencia de haberse convertido en una curiosidad mediática.
Lo cierto es que <i>Herr Professor Freud </i>ofrece un menú de preguntas sobre la nueva normalidad: ¿Por qué no resucitaría Sigmund Freud en un tiempo en que las redes y los medios inventan criaturas verosímiles bautizadas fake news? ¿Es la forma presencial (en una sala, plaza o calle) el único lugar donde puede consumarse el mentado convivio teatral? ¿Hay que suprimir, por la peste, los encuentros familiares, sexuales o laborales, o es lícito reemplazarlos por los sucedáneos ofrecidos por plataformas digitales? ¿Un Freud que renace en el S XXI como figura mediática es un farsante o un sabio que se adapta a la distopía para ayudar a la supervivencia de una comunidad en riesgo? ¿La ultraderecha global que niega realidad al Covid 19 y a las precauciones para evitar contagios, sería la manifestación social extrema de la pulsión de muerte? Las fosas comunes en países donde el virus hizo colapsar hasta los cementerios, ¿contradicen o confirman la idea freudiana acerca de los ritos fúnebres como representación de la muerte?
Éstas y otras cuestiones se despliegan como interrogantes cuya falta de respuesta se hace soportable gracias a la ironía que Zunino maneja con destreza tanto en el texto como en la interpretación y a través de los imaginativos recursos de puesta en escena y edición digital a cargo de Pablo Bolaños y Marcelo López Carilo.
Pasados varios días del estreno, la idea de los límites y de la ausencia de los mismos sigue rondándome, asociada a lo que <i>Herr Professor Freud </i>inaugura. Me gustaría volver a ver el espectáculo. Pero parece que por streaming la existencia de un hecho vivo es más efímera (lo ilimitado, al revés) que una función teatral de las de antes. ¿O no?
Cuando lo que se nos presenta como verdaderamente ilimitado es el futuro o su cancelación, cuando la calamidad sanitaria llega acompañada por el resurgimiento de neofascismos, por la naturalización de la muerte, por el odio criminal o por demenciales movimientos antivacunas, antiinfectólogos o terraplanistas, se diría que la desmesura e
xcede las posibilidades cognitivas de la humanidad. Y frente a tal claudicación de las conciencias, pedir al autor de <i>El malestar en la cultura </i>que reencarne via streaming puede ser, como queda dicho en la presentación, tanto una mentira escénica tan vieja como el mundo, como el “cuento del tío” de un comediante desocupado. O, por qué no, una maniobra de resucitación sobre la racionalidad agónica de la especie.
Y si con Freud no alcanza, el fragmento de una escena protagonizada por Alejandro Urdapilleta, que se incluye en el final, nos recuerda que siempre queda la poesía. Y ahí sí, la obra nos hace un lugar en la balsa del inminente naufragio.
<b>HERR PROFESSOR FREUD
Autor e intérprete: Pablo Zunino
Jefe de arte: Marcelo López Carilo
Dirección: Pablo Bolaños
Estreno: 16/08/2020 en streaming, por Plateanet
</b>Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-22589789935418950132019-10-05T14:52:00.002-07:002019-10-05T14:52:33.877-07:00“PARAJE LUNA”, DE FERNANDO CRESPI<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: center;">
<em><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 20pt; font-style: normal; line-height: 107%;"><em><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 20pt; font-style: normal; line-height: 107%;"><o:p><span style="font-size: small;"><em>La siguiente reseña de la obra "Paraje Luna" se publicó en el número 191 de la revista teatral CONJUNTO, de Cuba. Su autor, el argentino Fernando Crespi, nacido y residente en Pergamino, obtuvo por este texto el Premio Literario Casa de las Américas 2018 en la categoría Teatro. Un galardón que antes obtuvieron figuras de la talla de Julio Cortázar, Ezequiel Martínez Estrada, David Viñas, Juan Gelman, Osvaldo Dragún, Noé Jitrik, Atilio Borón, Enrique Buenaventura, Antonio Skármeta o Eduardo Galeano. El prestigio internacional de esta distinción confirma, una vez más, la relevancia del teatro argentino en los escenarios del mundo.</em> </span></o:p></span></b></em></span></b></em><br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxwGGD-7-DYm024ZabUbWJUEOpJzKckLVejtMPggDMeEgmzxeqysty4BiOwUKfvU3uSYyMscjcOH7wAqbxhLxoteyfYS03mCF8pzAS55YSiP9rSsDoMucM1jP2JPpgx9_DhHiDLZKIA6M/s1600/argentino-fernando-crespi-premio-casa-foto-mireta-ojeda-01%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="640" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxwGGD-7-DYm024ZabUbWJUEOpJzKckLVejtMPggDMeEgmzxeqysty4BiOwUKfvU3uSYyMscjcOH7wAqbxhLxoteyfYS03mCF8pzAS55YSiP9rSsDoMucM1jP2JPpgx9_DhHiDLZKIA6M/s320/argentino-fernando-crespi-premio-casa-foto-mireta-ojeda-01%255B1%255D.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fernando Crespi y su texto "Paraje Luna" <br />
editado por Casa de las Américas.</td></tr>
</tbody></table>
<em><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 20pt; font-style: normal; line-height: 107%;"><em><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 20pt; font-style: normal; line-height: 107%;"><o:p> </o:p></span></b></em></span></b></em></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: center;">
<em><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 20pt; font-style: normal; line-height: 107%;"><em><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 20pt; font-style: normal; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></b></em></span></b></em> </div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: center;">
<em><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 20pt; font-style: normal; line-height: 107%;"><em><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 20pt; font-style: normal; line-height: 107%;"><o:p>PAISAJE HUMANO EN "PARAJE LUNA", </o:p></span></b></em></span></b></em></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: center;">
<em><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 20pt; font-style: normal; line-height: 107%;"><em><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 20pt; font-style: normal; line-height: 107%;"><o:p>DE FERNANDO CRESPI</o:p></span></b></em></span></b></em></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: right;">
<em><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-style: normal; line-height: 107%;"><em><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "verdana" , sans-serif; font-style: normal; line-height: 107%;"><o:p><span style="font-size: x-small;">Por Olga Cosentino</span></o:p></span></b></em></span></b></em></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 8pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></em><em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">– Y, en la ciudad es así: viven de la mentira, diga la verdad. <o:p></o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-indent: -18pt;">
<!--[if !supportLists]--><em><span style="color: black; font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";">
</span></span></span></em><!--[endif]--><em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Acá, nosotros,
mentir ¡nunca!, ¿eh? Cuanto mucho escondemos un poco, por pudor, por respeto.<o:p></o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><o:p> </o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;">La afirmación y su
réplica definen el conflicto campo-ciudad, eje de la trama de </span></em><em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Paraje Luna</span></em><em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;">, la obra del dramaturgo argentino Fernando Crespi
que resultó ganadora del Premio Literario Casa de las Américas 2018 en la
categoría Teatro.<o:p></o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Recientemente editada por Casa, la
pieza tiene el doble valor de ser una tentadora hipótesis para la escena y, a
la vez, una historia de impecable desarrollo y gozosa irreverencia. A partir del
clásico antagonismo entre lo urbano y lo rural, la trama va desnudando los
múltiples desencuentros de la familia humana, en un registro que combina el
aguafuerte costumbrista con la tierna ironía, sin ocultar (pero sin subrayar)
el trasfondo de honda desventura que acorrala siempre los sueños de los más
frágiles. Sin énfasis, de manera tácita y hasta opcional para cada lector o
espectador, la propuesta divierte e invita, también, a observar a través de la
risa. Y a advertir, por ejemplo, que en la ciudad o en el campo -para el caso
es lo mismo-, la lucha entre los que tienen poco y los que no tienen nada es el
efecto visible de un mecanismo opaco, generado y usufructuado por los que lo
tienen todo. Y codician más. <o:p></o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Es que la obra que aquí reseñamos, como
gran parte del teatro argentino del siglo XX y lo que va del XXI, abreva en el
grotesco criollo, subgénero creado por el dramaturgo Armando Discépolo (1887-1971),
deudor a su vez del </span></em><em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">grottesco</span></em><em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;"> italiano y de Luigi
Pirandello. Una teatralidad que sintetiza lo trágico y lo ridículo, que congela
la carcajada en mueca al revelar la profunda, inmerecida desdicha de los
personajes que provocan risa. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En este caso, también la ficción
escénica concebida por Crespi captura con humor ciertas deformidades sociales generadas
por una configuración del mundo injusta, abusiva y caótica. Víctimas de ese
desorden estructural, los personajes de </span></em><em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Paraje Luna</span></em><em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;"> resultan cómicos
cuando exhiben sus anomalías en acciones cotidianas. Pero son a la vez
referencia dolorosa de las causas que los condenan a errar entre realidad e
irrealidad, a naturalizar el absurdo de sus existencias, a deambular entre conocimiento,
superstición y desinformación; a convivir con el desarraigo y la pérdida
forzada de la identidad o a buscar soluciones mágicas. <o:p></o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El lugar de la acción es, como define
el título, una suerte de aldea o locación campesina de pocos pobladores, cuyas
costumbres, sueños, fantasmas y prejuicios constituyen una réplica, en pequeña
escala, del gran mundo que la contiene. Una locación ficcional que evoca otra
real, ya que el Paraje Arroyo de Luna es un punto geográfico del interior de la
provincia de Buenos Aires, cercano a la ciudad de Pergamino, donde reside el
autor. Un poblado por donde el tren ha dejado de pasar y, con él, la
posibilidad de comunicarse, crecer y hasta sobrevivir. Y donde no es difícil
reconocer rasgos y desventuras de otros poblados rurales en otras latitudes, sobre
todo del Sur Global y en particular de Nuestra América. Por su parte, la reducción
del nombre geográfico (Paraje Luna, elidiendo Arroyo) que eligió el dramaturgo
para el título, no parece gratuito. Añade extrañeza, cierta condición lunática,
no terrenal, a la desmesura de la anécdota. Un atributo que, ciertamente, no es
ajeno a las leyendas y mitos fundacionales que sobreviven, como una defensa
natural, en las comunidades más asediadas por la depredación contemporánea.<o:p></o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El conflicto principal que desespera a la
gente de Paraje Luna es una atroz y prolongada sequía. Una calamidad climática
tan antigua como el planeta pero de renovada y dramática actualidad, sobre todo
en los territorios más expuestos a la sobreexplotación. Pero eso no lo saben ni
se lo plantean los personajes. Para hacer frente al infortunio, el sediento grupo
humano apela al sincretismo de ciencia y fe: se contrata a un ingeniero de la
capital, supuesto inventor de una improbable máquina de hacer llover.</span></em><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"> <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La pieza comienza con la<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-style: normal;"> llegada del forastero salvador que será, de suyo, una presencia
disruptiva. Antes que el insólito artefacto, el visitante pondrá en marcha una
cadena de malentendidos y situaciones extravagantes, propia de cualquier choque
cultural. <o:p></o:p></span></em></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>D<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif;">OÑA ENCARNACIÓN: ¡Ah! (…),
el hombre es el que <span style="mso-tab-count: 1;"> </span>hace llover y… <span style="mso-tab-count: 1;"> </span>otros <span style="mso-tab-count: 1;"> </span>milagros.<o:p></o:p></span></em></span></i></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>INGENIERO: Bueno, yo
no hago milagros. Lo mío es <span style="mso-tab-count: 1;"> </span>una <span style="mso-tab-count: 1;"> </span>ciencia.<o:p></o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>DOÑA ENCARNACIÓN:
Hay que creer o reventar, <span style="mso-tab-count: 1;"> </span>m’hijita. Este
mozo parece muy estudiado. Salió en el <span style="mso-tab-count: 1;"> </span>diario.<o:p></o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>BEBA: (Desde su
pieza.) ¡Mamá! Ya le dije que estos <span style="mso-tab-count: 1;"> </span>hombres
que vienen de afuera engañan a la gente.<o:p></o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;"><o:p> </o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;">Quien más, quien
menos, todos los personajes llevan a cuestas sus identidades descalabradas. Van
a tientas entre lo que pugnan por ser (o tener) y lo que apenas son. El caso
más estrafalario es el de los Mellizos 1 y 2, ambos llamados José y casados con
la misma mujer, la Chola, a quien en el reparto de personajes el autor
caracteriza como “alegre y dispuesta para todos”. <o:p></o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 8pt 36pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La historia del teatro registra
numerosos casos en los que mellizos o gemelos sirven a tramas que indagan en el
tema del doble o la confusión de identidades, lo que permite un juego de
equívocos de rendidora comicidad. Desde la comedia romana </span></em><em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Los gemelos</span></em><em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;">, de Plauto (-216 / -186 a.C.), pasando por los
varios espectáculos del polaco Tadeusz Kantor (1915 / 1990), el recurso de
poner en escena dos personajes idénticos permite desplegar infinitas
situaciones en las que juegan el ingenio, la trampa, la diversión y hasta
complejas abstracciones sobre el Otro como categoría </span></em><em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">filosófica. <o:p></o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 8pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">MELLIZO
2.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>¿Usted nos toma por tontos?<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 8pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">INGENIERO.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>No.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><o:p></o:p></b></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 8pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">MELLIZO
1.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Porque, somos tontos.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 8pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">MELLIZO
2.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>De nacimiento.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 8pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">MELLIZO
1.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Nacimos mal.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 8pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">MELLIZO
2.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Está en el certificado.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 8pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">MELLIZO
1.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;">
</span></b>Dicen, que porque somos mellizos por parte de <span style="mso-tab-count: 1;"> </span>madre.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 8pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">MELLIZO
2. Nuestros padres eran mellizos.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 8pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">MELLIZO
1.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Mi papá se llamaba José.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><o:p></o:p></b></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 8pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">MELLIZO
2.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Igual que el mío.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 8pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">MELLIZO
1.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>Y a mí me pusieron José como mi
papá.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><o:p></o:p></b></span></i></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 8pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span></i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">MELLIZO
2<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">. </b>Y a mí como mi papá, José.<o:p></o:p></span></i></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Pero si bien se mira, poner a José y
José en la trama de </span></em><em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Paraje Luna</span></em><em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;"> no tiene por qué
ser, excluyentemente, un recurso fantasioso para imaginar y construir
personajes disparatados. Tanto como la querendona Chola, mujer de ambos; o como
Duillo, el alcalde de florida oratoria; o como la tosca Doña Encarnación, su
madre; o el dudoso Ingeniero, o la oscura y mística María, o la Beba, pedicura
emocional según la caracterización que le atribuye el reparto de personajes, esos
mellizos no son más extraños o distópicos que cualquier individuo de la vida
real. Porque cada persona, aunque incluida en la uniformizante categoría de “gente
común”, es única.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Observarla con
atención hasta reconocer lo que le es propio es parte del oficio del dramaturgo.
Que en este caso expone, además, una innegable empatía con sus criaturas. No
hay héroes y villanos; todos revistan en la modesta categoría de antihéroes; y
los villanos, desconocidos por sus víctimas como suele ocurrir también en el
mundo, no dan la cara porque saben ejercer su villanía fuera de escena.<o:p></o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Los lugareños aportan sus saberes
ancestrales, su picardía, sus prejuicios, su desenfado, su refranero colorido y
su razonable desconfianza. El recién llegado no logra definir si es él mismo o
su tío difunto, de su mismo nombre y profesión según declara. Tal vez un
estafador, acaso un desocupado o un precario buscavidas urbano, el Ingeniero no
consigue disimular su perplejidad ante la singular clientela. Tampoco, cierta
cobardía ante la expectativa mayúscula y la superioridad numérica de los
pobladores. Unos y otro ponen en juego su mutuo recelo. Los límites del saber
racional entran en colisión con lo ilimitado de la esperanza en la salvación
milagrosa.<o:p></o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>BEBA - Usted sabrá
mucho de lo suyo, pero de la <span style="mso-tab-count: 1;"> </span>vida, <span style="mso-tab-count: 1;"> </span>nada. <span style="mso-tab-count: 1;"> </span><o:p></o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>INGENIERO - Yo me
esfuerzo en saber, pero siento <span style="mso-tab-count: 1;"> </span>que
nunca llego.<o:p></o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La estructura dramática evoluciona en
un crescendo de conflictividad. De la tierra sedienta del comienzo se pasa al
primer chubasco y luego a la inundación. Imposible saber si la cambiante
meteorología obedece a causas naturales o mágicas. Pero es evidente que ese
devenir perturba los ánimos y desata pulsiones primarias que la intención
dramática convierte en materia de rendidora comicidad.<o:p></o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La trama se desarrolla con acciones
dinámicas de gran teatralidad, con réplicas ingeniosas e hilarantes. Los regionalismos,
lejos de vedar la comprensión, despliegan el encanto de la diversidad. <o:p></o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En escenas breves, de efectiva
resolución y riqueza de significados, la acción transita momentos de desbordado
erotismo, de lucha por la propiedad de los recursos, de intentos de soborno o
de transformación de una criatura mediocre en un líder, para terminar víctima de
estigmatización, privación de la libertad y linchamiento. Este último caso
habilita a encontrar paralelismos en la historia o en el presente, desde la
crucifixión del Mesías hasta equivalencias más cercanas y todavía en proceso. <o:p></o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt;">
<em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Pero no hay en la obra ningún pasaje
que exprese, ni explícita ni veladamente, la intención de metaforizar la
actualidad social ni de comunicar ideología. Es cierto que </span></em><em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 150%;">Paraje Luna</span></em><em><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;"> tiene algo de lupa poética sobre lo real, de
artilugio que entretiene y divierte para agrandar y hacer visible eso que, lo miremos
o no, existe. Todas las situaciones responden al dispositivo dramático puesto a
funcionar y al potencial latente en los personajes, que el autor parece haber
construido con caricaturesco trazo grueso. Sólo parece. Los rasgos que podrían calificarse
de desmesurados o expresionistas son parte del paisaje humano que se ofrece a
quien de veras quiera observar. Singularidades ordinarias o extraordinarias
que, procesadas y resignificadas por el artificio del artista, construyen la
mentira con la que el teatro busca la verdad.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Aun sabiendo que la auténtica desmesura es pretender hallarla. <o:p></o:p></span></em></div>
<br />
<div align="right" class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 8pt 36pt; text-align: right;">
<em><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;">Revista CONJUNTO n° 191, </span></b></em></div>
<div align="right" class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 8pt 36pt; text-align: right;">
<em><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt; font-style: normal; line-height: 150%;">Casa de las Américas, Cuba</span></b></em></div>
Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-55170418744682078392019-09-28T17:24:00.000-07:002022-11-28T09:04:16.189-08:00LOS DÍAS DE LA FRAGILIDAD<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVLjNRbUWWz-14wwtEGgrKdLYcp53UFScvQm6TgvFeSc9qzl59cmeEc2x_gEA5J40JABPCJLMn-NF67JfnBh3MGQjzbLBtCrbcwrQKWkNBqHNmW1aNbo-LvxaLMRFXiBaaxrkaVNYWfqY/s1600/dias%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="292" data-original-width="407" height="285" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVLjNRbUWWz-14wwtEGgrKdLYcp53UFScvQm6TgvFeSc9qzl59cmeEc2x_gEA5J40JABPCJLMn-NF67JfnBh3MGQjzbLBtCrbcwrQKWkNBqHNmW1aNbo-LvxaLMRFXiBaaxrkaVNYWfqY/s400/dias%255B1%255D.jpg" width="400" /></a></div>
<span style="font-size: medium;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Cuando el mundo debate y teoriza sobre finales inquietantes (de la historia, de especies o recursos naturales, de la política o del amor romántico), la obra <em>Los días de la fragilidad</em>, de Andrés Gallina, reinstala la materialidad vital de los cuerpos y su pulsional instinto de supervivencia. Ese instinto que no concibe ningún final sino siempre, y contra toda adversidad, apuesta a una nueva alternativa, a un segundo tiempo, al desafío, a la revancha. </span></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: large;"></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: large;">En el invierno desapacible de Miramar, sobre la cancha del club local, la goleadora del equipo de fútbol femenino endurece la musculatura de su femineidad contracultural, evoca la pasión futbolera heredada (<em>"Cuando mi mamá quedó embarazada venía todos los domingos a la cancha...</em>") y se prepara para el encuentro deportivo/erótico con el barrabrava y poeta del Club Once Unidos, que la ama en el silencio obligado de su condición de mudo.</span><br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAiZodhEqU2Iwtduq_osS8HhrkNifqO68dLhlPr0b8Uof8kTodZ5Lb0gAggmHj5ZehztkRya450VQny5DuYMXsH-Vk80ta7qkxeGWg2bf2CoTYJwQAoUIeuPX6_nts4nn2vxEn5FWlcOw/s1600/th%255B3%255D.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="174" data-original-width="122" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAiZodhEqU2Iwtduq_osS8HhrkNifqO68dLhlPr0b8Uof8kTodZ5Lb0gAggmHj5ZehztkRya450VQny5DuYMXsH-Vk80ta7qkxeGWg2bf2CoTYJwQAoUIeuPX6_nts4nn2vxEn5FWlcOw/s400/th%255B3%255D.jpg" width="280" /></a><br />
<span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: large;">Como la vida de ambos, la contienda incluye violencia, ternura, fervor y miedo. <span style="color: black;">Y los expone en su desamparo y su fragilidad. Él piensa: "<em>Llego y casi ni la saludo, elongo mis músculos frente a Ella, solo como un perro que solo </em><em>tiene fe en su carne".</em> Y Ella dice: "<em>Tengo miedo. Hago como que no pero sí. Miedo de perder el partido. Miedo de no parecerme a Messi más que en sueños. Miedo de que el Mudo me guste un montón. Miedo de que su fútbol se parezca al mío. Miedo de que él no pueda nunca gritar un gol</em>".</span></span></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: large;"></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: large;">Escrita en verso libre, aprovechando la fuerza metafórica de la jerga futbolística y con una estructura que remite al relato de un partido, la pieza rescata la más noble y exquisita poesía que, casi siempre sin ser vista, late en la sencilla y anónima cotidianidad de los arrabales. Un anonimato que contiene --y universaliza-- a la mujer, nombrándola "Ella", y que llama "Yo" al muchacho, la primera persona que generaliza y, a la vez, insinúa discretamente una posible autorreferencialidad. </span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: large;"></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: large;">Sin duda, Andrés Gallina (<em>La bestia rubia, La última película de Paul Ellis, Las surfistas</em>) sabe hacer hablar y proceder a sus personajes con la genuina naturalidad de quien conoce y respeta sus subjetividades. Y la de quienes son sus referencias en el mundo real. </span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: large;">También es indudable que la dirección de Fabián Díaz supo aprovechar y conducir los talentos expresivos de los intérpretes. Iván Moschner juega la pasión y el desamparo de su personaje con un compromiso que confirma su reconocido talento. Pero aquí, esa cualidad redobla su efecto perturbador a la luz cruda y natural del mediodía, en la atípica sala cuyos ventanales dan al cielo del barrio de Chacarita. <span style="font-family: Arial; font-size: large;">Por otra parte, y en un alarde de virtuosismo, el actor convence a los espectadores de que lo que dice es apenas el monólogo interior del personaje, amarrado a su mudez. Manuela Méndez le pone actitud corporal y vocal a la entereza a su goleadora. Lejos de los estereotipos del género, la actriz construye con solvencia la fortaleza de su criatura, obligada a ganar para reivindicar a los perdedores de su clase y para honrar la herencia de mujeres para las que la maternidad es un avatar de consecuencias tan azarosas como convertir un gol o errarlo y mandar al equipo al descenso.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Arial; font-size: large;">La puesta eludió el realismo privilegiando la síntesis coreográfica de los movimientos actorales y la economía de recursos escenográficos y de vestuario. Apenas un cuadrilátero de césped, una red, varias pelotas de fútbol, una tarima para elongar y ropa deportiva para los personajes. Pero atravesando la escena y los tres frentes de butacas, el lirismo plebeyo del texto, la música en vivo de Patricia Casares y la lectura en off del mismo director contribuyen a distanciar lo explícito de la anécdota. El resultado convierte una aparentemente sencilla historia de amor en una profunda, provocadora distopía, que le baja el precio a cualquier amenaza apocalíptica.</span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: large;"><strong><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"></span></strong></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: large;"><strong><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"></span></strong></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">FICHA TÉCNICA</span><br />
<span style="font-family: Arial;"></span><br />
<strong><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los días de la fragilidad</span></strong><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><strong>Autor:</strong><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: Georgia,"serif"; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; letter-spacing: normal; line-height: 30px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"> Andrés Gallina
</span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><b style="-webkit-text-stroke-width: 0px; border-image-outset: 0; border-image-repeat: stretch; border-image-slice: 100%; border-image-source: none; border-image-width: 1; border: 0px currentColor; box-sizing: border-box; color: black; font-family: inherit; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: 800; letter-spacing: normal; line-height: inherit; margin: 0px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; vertical-align: baseline; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Intérpretes:</b><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: Georgia,"serif"; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; letter-spacing: normal; line-height: 30px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"> Manuela Méndez, Iván Moschner
</span><b style="-webkit-text-stroke-width: 0px; border-image-outset: 0; border-image-repeat: stretch; border-image-slice: 100%; border-image-source: none; border-image-width: 1; border: 0px currentColor; box-sizing: border-box; color: black; font-family: inherit; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: 800; letter-spacing: normal; line-height: inherit; margin: 0px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; vertical-align: baseline; white-space: normal; word-spacing: 0px;"> </b></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><b style="-webkit-text-stroke-width: 0px; border-image-outset: 0; border-image-repeat: stretch; border-image-slice: 100%; border-image-source: none; border-image-width: 1; border: 0px currentColor; box-sizing: border-box; color: black; font-family: inherit; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: 800; letter-spacing: normal; line-height: inherit; margin: 0px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; vertical-align: baseline; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Escenografía y vestuario:</b><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: Georgia,"serif"; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; letter-spacing: normal; line-height: 30px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"> Isabel Gual</span></span><br />
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: Georgia,"serif"; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; letter-spacing: normal; line-height: 30px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Iluminación: Facundo David</span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><b style="-webkit-text-stroke-width: 0px; border-image-outset: 0; border-image-repeat: stretch; border-image-slice: 100%; border-image-source: none; border-image-width: 1; border: 0px currentColor; box-sizing: border-box; color: black; font-family: inherit; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: 800; letter-spacing: normal; line-height: inherit; margin: 0px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; vertical-align: baseline; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Música y diseño sonoro: </b><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: Georgia,"serif"; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; letter-spacing: normal; line-height: 30px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Patricia Casares</span></span><br />
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: Georgia,"serif"; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; letter-spacing: normal; line-height: 30px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><b style="-webkit-text-stroke-width: 0px; border-image-outset: 0; border-image-repeat: stretch; border-image-slice: 100%; border-image-source: none; border-image-width: 1; border: 0px currentColor; box-sizing: border-box; color: black; font-family: inherit; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: 800; letter-spacing: normal; line-height: inherit; margin: 0px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; vertical-align: baseline; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Asistencia de dirección: </b><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: Georgia,"serif"; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; letter-spacing: normal; line-height: 30px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Naiquén Aranda </span></span><br />
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: Georgia,"serif"; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; letter-spacing: normal; line-height: 30px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><b style="-webkit-text-stroke-width: 0px; border-image-outset: 0; border-image-repeat: stretch; border-image-slice: 100%; border-image-source: none; border-image-width: 1; border: 0px currentColor; box-sizing: border-box; color: black; font-family: inherit; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: 800; letter-spacing: normal; line-height: inherit; margin: 0px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; vertical-align: baseline; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Dirección: </b><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: Georgia,"serif"; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; letter-spacing: normal; line-height: 30px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Fabián Díaz
</span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><b style="-webkit-text-stroke-width: 0px; border-image-outset: 0; border-image-repeat: stretch; border-image-slice: 100%; border-image-source: none; border-image-width: 1; border: 0px currentColor; box-sizing: border-box; color: black; font-family: inherit; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: 800; letter-spacing: normal; line-height: inherit; margin: 0px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; vertical-align: baseline; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Sala:</b><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: Georgia,"serif"; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; letter-spacing: normal; line-height: 30px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"> Espacio Fraga </span></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><b style="-webkit-text-stroke-width: 0px; border-image-outset: 0; border-image-repeat: stretch; border-image-slice: 100%; border-image-source: none; border-image-width: 1; border: 0px currentColor; box-sizing: border-box; color: black; font-family: inherit; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: 800; letter-spacing: normal; line-height: inherit; margin: 0px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; vertical-align: baseline; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Reservas:</b><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: Georgia,"serif"; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; letter-spacing: normal; line-height: 30px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: Georgia,"serif"; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; letter-spacing: normal; line-height: 30px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span><a class="mail" href="https://www.blogger.com/null" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; border-color: currentColor currentColor rgb(204, 204, 204); border-image-outset: 0; border-image-repeat: stretch; border-image-slice: 100%; border-image-source: none; border-image-width: 1; border-style: none none solid; border-width: 0px 0px 1px; box-sizing: border-box; color: #0098ff; font-family: inherit; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; letter-spacing: normal; line-height: inherit; margin: 0px; orphans: 2; outline: 0px; padding: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; transition: 0.2s; vertical-align: baseline; white-space: normal; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">
</span><a href="mailto:losdiasdelafragilidad@gmail.com"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: small;">losdiasdelafragilidad@gmail.com</span></a></a><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><b style="-webkit-text-stroke-width: 0px; border-image-outset: 0; border-image-repeat: stretch; border-image-slice: 100%; border-image-source: none; border-image-width: 1; border: 0px currentColor; box-sizing: border-box; color: black; font-family: inherit; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: 800; letter-spacing: normal; line-height: inherit; margin: 0px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; vertical-align: baseline; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Funciones:</b><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: Georgia,"serif"; font-size-adjust: none; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; letter-spacing: normal; line-height: 30px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"> domingos, a las 12 am</span></span><br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial; font-size: large;"><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: white; color: black; display: inline !important; float: none; font-family: Georgia,"serif"; font-size-adjust: none; font-size: 19px; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; letter-spacing: normal; line-height: 30px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span><b style="-webkit-text-stroke-width: 0px; border-image-outset: 0; border-image-repeat: stretch; border-image-slice: 100%; border-image-source: none; border-image-width: 1; border: 0px currentColor; box-sizing: border-box; color: black; font-family: inherit; font-size-adjust: none; font-size: inherit; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: 800; letter-spacing: normal; line-height: inherit; margin: 0px; orphans: 2; padding: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; vertical-align: baseline; white-space: normal; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;"> </span></b></span></div>
Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-11024445750707793032018-10-27T16:48:00.002-07:002018-10-27T19:06:42.821-07:00EL TESTIGO<i></i><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilZeAETU2Gs8oxWeJ35En_eXj0B-gdL5Shm00TKHj78AWRq_KY-QUhiR-L_cVu7vW1exkYq9s16NOpXwfm5mIa82Awy0dWVsHfXDKC7uyvg4WX5eMyiAk1KD1yyFJVlZnK1d__BBLZngc/s1600/IMG_5258.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="652" data-original-width="652" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilZeAETU2Gs8oxWeJ35En_eXj0B-gdL5Shm00TKHj78AWRq_KY-QUhiR-L_cVu7vW1exkYq9s16NOpXwfm5mIa82Awy0dWVsHfXDKC7uyvg4WX5eMyiAk1KD1yyFJVlZnK1d__BBLZngc/s320/IMG_5258.JPG" width="320" /></a></div>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">En lo alto de una empinada escalera, en el barrio del Once, anidó La Golondrina. No es, en este caso, una de las aves venidas de San Juan Capistrano en busca de nuestra primavera. <span id="goog_1957308519"></span><span id="goog_1957308520"></span></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">Es la nueva sala teatral que acaba de inaugurarse en el 2615 de la calle Sarmiento, desafiando los peores pronósticos, no necesariamente climáticos. Una temeridad a la que no es ajena la pasión teatrera de estas latitudes: durante los aciagos 2000/2001 también se abrieron unos cuantos pequeños espacios escénicos, en casas de familia, galpones o garajes. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">Esta vez, el atrevimiento corre por cuenta de Nicolás Juan Porras, autor, intérprete y codirector junto a María Noble, de la obra <em>El Testigo</em>. Y recomiendo trepar los escalones que llevan al segundo piso, aunque alguien tenga que hacerte el favor, como a mí, de transportar la silla de ruedas. Porque los viernes, un poco antes de las 20:30 , tendrás ocasión de sentirte como en casa de viejos y entrañables amigos mientras te toque esperar que den sala para el comienzo de la función. Una "sala de espera" que envidiaría la mejor médica clínica que tengo la fortuna de conocer. Ambientado con muebles de indisimulable pasado, con libros que ya fueron leídos, con cuadros y flores frescas que responden a razones menos obvias que los dictados del diseño, con música de poca estridencia y mucha reminiscencia, el vestíbulo te abriga y te invita. Con vino tinto, el día del estreno; con sonrisas y amable charla promovida por los artistas y dueños de casa, siempre. </span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWCjf4AkfjxXNpEIFxNeuJV5ZNOvD5A3JVxapuGovGii4nuId_3mXoYMm9GCYAPvFyUWstwvwnsB4V_oHf2mE3K-iyeIJ42CPb3vpqW-SzJTze2QEbgW5hpsg0ev2AD_VgB8r3QbrYYqA/s1600/IMG_5257.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1200" height="425" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWCjf4AkfjxXNpEIFxNeuJV5ZNOvD5A3JVxapuGovGii4nuId_3mXoYMm9GCYAPvFyUWstwvwnsB4V_oHf2mE3K-iyeIJ42CPb3vpqW-SzJTze2QEbgW5hpsg0ev2AD_VgB8r3QbrYYqA/s640/IMG_5257.JPG" width="640" /></a></div>
<br />
<span style="font-family: "arial"; font-size: large;">Ya en la sala, la escenografía propone cierta continuidad con la estética de la antesala, aunque aquí sí la utilería, las luces, la penumbra, los retratos antiguos, la textura y contorno de los materiales de escena revelan un detallismo refinado, de cuidada orfebrería y puntual, intencionado significado.</span><br />
<span style="font-family: "arial"; font-size: large;">Sentado a un escritorio austero y decimonónico, el actor inicia el monólogo introspectivo del narrador, sumido en evocativa cavilación. Conforme va desgranando sus recuerdos, el personaje se transfigura en las distintas criaturas de la memoria. Con un tenue apagón o con un discretísimo cambio en el vestuario (ponerse o quitarse una gorra, un chaleco, unos anteojos), aparece o se desvanece un enfático vendedor de zapatos, un sensible peluquero o un político fascistoide y caricaturesco. Y enhebrando la secuencia, una historia de amor y dolor atraviesa la trama con levedad, sin desgarros románticos pero rindiendo un inocultable tributo al Marcel Proust de <em>En busca del tiempo perdido</em>. La dramaturgia de Porras exhibe un dominio de la escritura autobiográfica basada en la recuperación de sensaciones, de pequeños gestos y detalles que, a pesar de su aparente trivialidad, el recuerdo atesora, a la manera de la olorosa magdalena proustiana. </span><br />
<span style="font-family: "arial"; font-size: large;"></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi67TfAZqU5ooyA6vMSPDaapXFpCYuIWg-7u1XfxrkCp4LZqA-CaF_zdI-3xFrvxyiR9629a5ROBha__2gQB8igld61nd-ft_5hG4Ppab8XJ1r6D8whtQ0WKUQjPFpWWsZHNt0m-52IAHs/s1600/IMG_5255.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="960" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi67TfAZqU5ooyA6vMSPDaapXFpCYuIWg-7u1XfxrkCp4LZqA-CaF_zdI-3xFrvxyiR9629a5ROBha__2gQB8igld61nd-ft_5hG4Ppab8XJ1r6D8whtQ0WKUQjPFpWWsZHNt0m-52IAHs/s400/IMG_5255.JPG" width="400" /></a></div>
<span style="font-family: "arial"; font-size: large;">En cuanto al actor Porras, cabe destacar la ductilidad expresiva con que aborda los distintos personajes sin enfatizar las transiciones. Al contrario, en vez de subrayar el corte y cambio de rol, la puesta recurre a modificaciones sutiles de la iluminación o interviene la acción con fragmentos musicales de tácita sugerencia. Elude así la lógica de lo real para expandir el pasado y su resignificación, en el territorio sin fronteras del sueño. O del tiempo. O del tiempo perdido. Que si vas a ver <em>El Testigo</em>, en La Golondrina recién nacida, lo habrás recuperado.</span><span style="font-family: "arial"; font-size: large;"> </span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: large;"></span><br />
<span style="font-family: Arial;">FICHA TÉCNICA</span><br />
<span style="font-family: Arial;">Dramaturgia y actuación: Nicolás Juan Porras</span><br />
<span style="font-family: Arial;">Dirección: María Noble, Nicolás Juan Porras</span><br />
<span style="font-family: Arial;">Diseño artístico y producción: Locos del Once</span><br />
<span style="font-family: Arial;">Asistencia de dirección: Julieta Acevedo, Paula Intile</span><br />
<span style="font-family: Arial;">Fotografía: María Noble</span><br />
<span style="font-family: Arial;">Diseño gráfico: Belén García Durigon</span><br />
<span style="font-family: Arial;">Funciones: viernes 20:30</span><br />
<span style="font-family: Arial;">Sala: La Golondrina, Sarmiento 2615, CABA</span><br />
<span style="font-family: Arial;">Reservas: 11-4936-1234 / <a href="mailto:teatrolagolondrina@gmail.com">teatrolagolondrina@gmail.com</a></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: large;"></span><br />
<span style="font-family: Arial; font-size: large;"></span><br />
<span style="font-family: "arial"; font-size: large;"><span style="font-family: "arial"; font-size: large;"><br />
</span></span>Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-24154532732469564982018-09-15T15:23:00.000-07:002018-09-15T15:23:34.272-07:00MATATE, AMOR<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 8pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">La voz de
las mujeres -y de todas las víctimas de la cultura patriarcal- ha
desencadenado un proceso revolucionario global de reivindicación de
derechos y de transformación de códigos culturales que no tiene vuelta
atrás. Lo expresan las grandes movilizaciones mundiales por "Ni
una menos", por aborto legal, seguro y gratuito; por respeto a la
identidad de género autopercibida o, entre otros reclamos, por la aceptación de
un lenguaje inclusivo. Lo expresa también la ternura militante de Paloma, mi
nieta de 17 años, cuando me ilumina con sus reflexiones mirándome a los ojos o cuando
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">whatsappea</i> (¡con su
abuela!), posteos de documentos que aportan al debate impostergable.
Y, como suele ocurrir en encrucijadas históricas como la que atravesamos, lo dice asimismo el lenguaje
poético, cuando sintetiza y potencia significados que, a veces, a la
argumentación teórica le resultan inabarcables.<o:p></o:p></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img class="graf-image" data-action-value="1*WeM74dNIgwuF_JnA-fX_dg.jpeg" data-action="zoom" data-height="1001" data-image-id="1*WeM74dNIgwuF_JnA-fX_dg.jpeg" data-width="1500" height="424" src="https://cdn-images-1.medium.com/max/2000/1*WeM74dNIgwuF_JnA-fX_dg.jpeg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" width="640" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Erica Rivas en una composición memorable.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 8pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">Fue, en
mi experiencia más o menos reciente, lo que encontré en <i>Matate, amor</i>, la
obra teatral interpretada con pasmosa expresividad por Erica Rivas, y que
todavía puede verse (la recomiendo, ¡sí!) en la sala Santos 4040, de Santos
Dumont 4040, casi esquina Corrientes. Y aunque no pretendo escribir una reseña
a la manera convencional, ya que por razones varias estoy alejada del oficio de
crítica teatral al que me dediqué por décadas, el contexto personal, social y
político me interpela y elijo responder.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 8pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">Es la
historia de una mujer a quien el contrato social y el sentido común empujan a
la locura. En su monólogo, del que es alternativamente protagonista o
narradora, intercala de manera caótica deseos, frustraciones, recuerdos y ardores
asociados a su experiencia actual de sentirse extranjera en una zona rural del
interior de Francia, presa de una relación marital insuficiente y con un bebé
que le demanda una respuesta maternal que no logra satisfacer. El paisaje
natural que la rodea deviene asfixiante para su necesidad de ser otra, distinta
de la que le impone el deber ser. Los mandatos de un poder masculino en
apariencia civilizado, que espera de la mujer un apego pretendidamente natural
a la función materna, revelan aquí la sujeción al modelo de producción
capitalista montado en un patriarcado ancestral. Un sistema donde los roles
asignados según el género no se discuten, porque forman parte de un devenir
supuestamente natural, con fines productivos. Y reproductivos. Pero sin
embargo, cierta pulsión animal va emergiendo en el cuerpo de esa mujer que se
mira, como reconociéndose, en los ojos brillantes de un ciervo que asoma entre
la vegetación, o que blande amenazante un cuchillo de cocina. La misma que
nombra a su marido como “marido”, al bebé como “bebé” y al perro como “perro”, subrayando
la falta de nombres propios. Acaso porque el nombre propio indica identidad y
pertenencia, y esta mujer no se identifica ni se siente pertenecer al universo
familiar de esos seres ajenos.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 8pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">Versión teatral
de la novela de Ariana Harwiccz -escritora argentina residente en Francia-,
el texto fue adaptado por la autora junto con Marilú Marini, a quien
corresponde el mérito de una puesta cargada de misterio y una dirección actoral
y escénica que permite el lucimiento de una actriz de recursos descomunales.
Erica Rivas lleva a su criatura hasta el precipicio de sus propios abismos
interiores y le exhibe también con toda la seducción, la furia y las
consecuencias de lo que en el personaje no termina de someterse a la
domesticación. Es sorprendente la fluidez con que la actriz transita de la
mordacidad a la aflicción, provocando en el público risas que se congelan en zozobra.
Con idéntica ductilidad, quiebra la ilusión ficcional para interactuar con su
asistente, la también actriz Milagros Plaza Díaz, sentada en la primera fila de
platea, a quien le pide el pie para retomar un parlamento. El recurso provoca
al público y consigue una eficaz toma de distancia de la fábula que involucra
inevitablemente a cada espectador.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 8pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">La
sonorización, las luces, la voz en off del marido, las proyecciones de video y
hasta el vestuario, el maquillaje y los movimientos casi coreográficos de la
actriz acentúan el extrañamiento y la inquietud de un espectáculo que, al
tiempo que fascina durante su casi hora y media de duración, demuele cualquier
preconcepto sobre las relaciones de poder tradicionales. Y permite vislumbrar
el potencial transformador y la complejidad de un salto cultural en el que lo
disruptivo es el feminismo pero la afectación implica las relaciones humanas en
su multiplicidad. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 8pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;"><o:p></o:p></span> </div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 8pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;"><o:p> </o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 8pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;"> <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 8pt; mso-margin-bottom-alt: auto; mso-margin-top-alt: auto;">
<span style="font-family: "Times New Roman",serif; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;"> <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt;">
<o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: center;">
</div>
Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-62639809434100151172018-03-23T14:04:00.000-07:002018-03-23T14:22:59.756-07:00VER CUBA DESDE CASA (Parte 6)<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-size: x-large;">ABRAZO SANTIAGUERO<o:p></o:p></span></span></b></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">La fraterna naturaleza de los cubanos volvió a sorprendernos. No una, muchas veces en esas dos intensas jornadas santiagueras. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No más llegar al hotel, fuimos recibidas por Abel Domínguez, representante local de Casa de las Américas, quien junto a Valeri, su amigo músico, nos esperaban con sendas rosas y la guitarra dispuesta para regalarnos como bienvenida una canción de Pablo Milanés dedicada a Mariana Grajales, considerada Madre de la Patria. Al día siguiente, ambos se ofrecieron como guías y acompañantes de nuestras visitas al Cuartel Moncada y a la tumba de Fidel Castro. <o:p></o:p></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgniwSl0sDqdelg8MKv6-a6gRUVRywGKPvLYceK0TzMwNhQuba2GHptXnra8x10Pb2P05t3_hSYiZQWytdGaKCXND48zBxrw4B2jIeGz9FW2mxL16GXBYB-Nv4cioPMBIy9_7ck18l8aKs/s1600/IMG_8305.GIF" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="514" data-original-width="640" height="513" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgniwSl0sDqdelg8MKv6-a6gRUVRywGKPvLYceK0TzMwNhQuba2GHptXnra8x10Pb2P05t3_hSYiZQWytdGaKCXND48zBxrw4B2jIeGz9FW2mxL16GXBYB-Nv4cioPMBIy9_7ck18l8aKs/s640/IMG_8305.GIF" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El Grano de Maíz, mausoleo de Fidel Castro en el Cementerio de Santa Ifigenia (Santiago de Cuba).</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Allí sí tembló el suelo bajo nuestros pies. Acercarnos a menos de quince metros de la piedra de granito traída de la Sierra Maestra, en la que no más que el nombre FIDEL lo dice todo desde la austera placa de bronce, resulta una experiencia conmocionante. La forma refiere a la afirmación de José Martí que Fidel gustaba citar: “Toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”. Incluso su pequeño tamaño, comparado con el del vecino mausoleo de Martí, encierra una honda y deliberada simbología, tanto como la sombra que el monumento del Apóstol proyecta sobre el del discípulo continuador de la gesta independentista. A esos significados hay que sumar los del silencio ritual con que se acercan, en forma diaria y permanente, turistas y cubanos; la música marchosa que acompaña, cada media hora, el cambio de guardia de las tumbas del Comandante, del nombrado Martí, de Antonio Maceo y de Mariana Grajales; y hasta el desfile marcial de unas decenas de soldados de las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), herederas del Ejército Rebelde que derrocó al régimen batistiano. Todo eso y mucho más hace que la visita al Cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, sea una estación ineludible para quien ponga un pie en esta ciudad heroica del Oriente cubano. El esplendor arquitectónico y escultórico de los sepulcros, la conservación y hasta la limpieza de esa necrópolis hablan de la identificación con valores permanentes que, entre otros rasgos, caracteriza a este pueblo.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Por fin, en nuestro segundo y último día en la ciudad, nuestro guía fue el poeta santiaguero Reynaldo García Blanco, a quien conocimos en La Habana, invitado por haber sido premiado en 2017 por su libro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Este es un disco de vinilo donde hay canciones rusas para escuchar en inglés y viceversa</i>. Junto a su encantadora compañera Myrna, escritora y experta en origami, nos acompañó en nuevos paseos por la ciudad mientras compartimos demoradas charlas sobre su país, sobre el nuestro, sobre literatura, sobre educación, sobre música, sobre costumbres y hasta sobre el habla coloquial, insultos y eufemismos picarescos de los distintos grupos hispanohablantes. Al atardecer, bajo un cielo virando de rojos a azules, junto a Reynaldo y Myrna, en la terraza de un Centro Cultural del centro de Santiago, empezamos a despedirnos de Cuba en una peña donde el grupo Kokoyé desplegó, con virtuosismo musical y coreográfico, un seductor programa de rumba con fuertes reminiscencias africanas. Fueron casi dos semanas en las que un país sometido a décadas de escaseces y privaciones nos regaló con prodigalidad lo que allí sobra: la riqueza sin precio de su cultura, su alegría, su sensualidad, su belleza y su fraternidad.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En el caso puntual de Casa de las Américas, parece no haber bloqueo genocida ni indiferencia internacional ni huracanes devastadores capaces de detener su marcha hacia la integración cultural del continente. No sólo sigue entregando este Premio Literario, sin duda el más prestigioso de la región. También mantiene la continuidad de publicaciones como las revistas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Casa de las Américas</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Conjunto</i>. Y si se trata de contabilizar las actividades programadas para la primera mitad de 2018, se puede empezar por el Coloquio y Premio de Musicología, el Internacional de la Mujer, el de Culturas Originarias de América o el Encuentro Latinoamericano de Artes Escénicas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Mayo Teatral</i>. Sin olvidar el compromiso permanente con la realidad del continente que, ante el acoso internacional que viene sufriendo la hermana República Bolivariana de Venezuela, el pasado 16 de febrero, volvió a expresarse en la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Declaración de Casa de las Américas: La Venezuela de hoy no será el Chile de 1973”</i> y que recomiendo leer íntegra en el enlace </span><a href="http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2018/02/16/declaracion-de-la-casa-de-las-americas-la-venezuela-de-hoy-no-sera-el-chile-de-1973/"><span lang="ES" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="color: blue;">http://laventana.casa.cult.cu/noticias/2018/02/16/declaracion-de-la-casa-de-las-americas-la-venezuela-de-hoy-no-sera-el-chile-de-1973/</span></span></a><span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Es que Cuba concibe y ejerce la solidaridad entre los pueblos y la empatía entre las personas como el único modo posible y perfectible de su Revolución. Inevitable confrontar con las formas de organización social dominantes que tan de cerca conocemos, donde se censura, se persigue y hasta se mata en nombre de la democracia; donde se humilla y hambrea a los docentes, donde se cierran escuelas o se convierte la salud, la educación y la cultura en mercancías <i style="mso-bidi-font-style: normal;">premium</i> para las elites que pueden pagarlas</span><span lang="ES" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">. <span style="mso-tab-count: 1;"></span></span><span style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Inevitable, por las mismas razones, valorar como un verdadero premio la posibilidad de ver materializado y en permanente construcción, el ideal del mundo como casa común. Aunque sea, por ahora, sólo en una isla.<o:p></o:p></span></div>
Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-71495829014658254022018-03-23T13:29:00.001-07:002018-03-23T14:21:06.969-07:00VER CUBA DESDE CASA (Parte 5)<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: x-large;">VOLVER A LA HABANA<o:p></o:p></span></span></b></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">En el bus de regreso a La Habana, el domingo 21, algunos jurados aprovechamos para abordar los textos cuya lectura adeudábamos. Otra jurado y quien esto evoca leíamos casualmente la misma obra que, aún no lo sabíamos, resultaría ganadora en su categoría. Y coincidíamos, cada una a su momento, en celebrar con espontáneas carcajadas la chispeante dinámica de las réplicas. </span><br />
<span style="font-family: "calibri";"></span> </div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6nAi5TVjgZz9qNSBck5vc6IN91GtGshvLt4JOn0lUwUW9iUQ0lGbqMH7dNVRIRyacMuD2GPqhOEG5t6MYHBNLcmAwKHY6j5dUfE1hbkTd5VateZmpa9akSTIxpjLXakQKjZOu1exQ0CQ/s1600/GNOK8071.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="1280" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6nAi5TVjgZz9qNSBck5vc6IN91GtGshvLt4JOn0lUwUW9iUQ0lGbqMH7dNVRIRyacMuD2GPqhOEG5t6MYHBNLcmAwKHY6j5dUfE1hbkTd5VateZmpa9akSTIxpjLXakQKjZOu1exQ0CQ/s400/GNOK8071.JPG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mesa sobre el teatro de lo real y lo social. A mi derecha, Charo Francés; a mi <br />
izquierda, Ma. Teresa Zúñiga, Vivian Martínez Tabares, Roxana Pineda, <br />
Alexis Díaz y Diego Sánchez.</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-family: "calibri";"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Los tres días sucesivos, ya en Casa de las Américas, incluyeron debates entre jurados y mesas redondas sobre temas varios. La institución anfitriona presentó la edición de las obras premiadas en 2017. Y recibió, por su parte, el Premio Jaime Torres Bodet con que la UNESCO, junto a la Universidad Autónoma de México, distinguen cada dos años a personas u organismos del mondo que contribuyan al desarrollo del conocimiento y de la sociedad a través del arte, la enseñanza y la investigación de las ciencias sociales y las humanidades. El acto fue en la principalísima sala Che Guevara, con asistencia multitudinaria de público, funcionarios e invitados. </span></span><br />
<span style="font-family: "calibri";"></span><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhprtHki9gpDUdMllYkIa6LhqCldWf9WxNARymcT6JxnyYXv7GfyM6ZhVVTxEKs8ujKBMM0LPC2XbABU7HHsyH-mLfw9_5lEmKw7EfuyqKj6gdlTM1s9p_cDtWwLm3tsul8r7OGtIYH8r0/s1600/PSYQ7910.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhprtHki9gpDUdMllYkIa6LhqCldWf9WxNARymcT6JxnyYXv7GfyM6ZhVVTxEKs8ujKBMM0LPC2XbABU7HHsyH-mLfw9_5lEmKw7EfuyqKj6gdlTM1s9p_cDtWwLm3tsul8r7OGtIYH8r0/s320/PSYQ7910.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">María Clara Millán y Leo Brower, en la Sala Che Guevara de<br />
Casa de las Américas.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: "calibri";"><span lang="ES" style="color: black; font-size: 14pt; line-height: 107%;">Entre estos últimos, el enorme compositor, guitarrista clásico y director de orquesta Leo Brower se prestó, con la afable sencillez que es marca registrada de la cubanía, a la charla con los asistentes interesados. Generosidad que, entre otros, también agradeció la música y guitarrista María Clara Millán, mi acompañante.</span></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span lang="ES" style="color: black; font-size: 14pt;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Finalmente, el jueves 25, en la sala Che Guevara de la Casa, se dieron a conocer los trabajos ganadores. En la categoría Cuento, el Premio distinguió a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Todas las patas en el aire</i>, de Rafael de Águila (Cuba); en Teatro, a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Paraje Luna</i>, de Fernando Crespi (Argentina); en Ensayo de tema artístico literario, a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Óyeme con los ojos: Cine, mujeres, visiones y voces</i>, de Ana Forcinito (Argentina); en Literatura brasileña, a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Erico Verissimo, escritor do mundo</i>, de Carlos Cortez Minchillo (Brasil); en Literatura caribeña en inglés o creol, a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tracing JaJa</i>, de Anthony Kellman (Barbados) y en Estudios sobre la mujer, a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hilando y deshilando la resistencia</i>, de Yanetsy Pino Reina (Cuba).</span></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvVXSVuAJg7DFLhduzAbD7EocoL9SLp9kpystlsY3fmqBp24FucjR_Ws8gtIDU_bzqxSTm-loHsfbQP3fk_rauUwAKdH1cIM9bXKiQxxF7wN24UK-I1keWtp9Czd2ss4S9SsmvxjPOEz0/s1600/DCSO3629.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="1280" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvVXSVuAJg7DFLhduzAbD7EocoL9SLp9kpystlsY3fmqBp24FucjR_Ws8gtIDU_bzqxSTm-loHsfbQP3fk_rauUwAKdH1cIM9bXKiQxxF7wN24UK-I1keWtp9Czd2ss4S9SsmvxjPOEz0/s640/DCSO3629.JPG" width="640" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La Jurado María Teresa Zúñiga (Perú), lee los considerandos por los cuales se eligió ganadora en la categoría Teatro a la obra Paraje Luna, del argentino Fernando Crespi. Detrás, los demás jurados y autoridades de la Casa.</td></tr>
</tbody></table>
<div style="text-align: left;">
</div>
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Por otra parte, Casa de las Américas entregó el Premio de Poesía José Lezama Lima a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El zorro y la luna, poemas reunidos (1981-2016)</i>, de José Antonio Mazzotti (Perú); el de Narrativa José María Arguedas a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La madriguera</i>, de Milton Fornaro (Uruguay); y el de Ensayo Ezequiel Martínez Estrada a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cartografía de las letras hispanoamericanas: tejidos de la memoria</i>, a Saúl Sosnowski (Argentina).<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El acto, abundante en emociones, risas, efusivas fraternidades y congratulaciones, fue breve y despojado de toda solemnidad. En el escenario, a espaldas del enorme Árbol de la Vida (la escultura de seis metros de alto creada por el alfarero mexicano Alfonso Soteno, donada a Cuba en 1975 por el Gobierno de México), se ubicaron el ministro de Cultura Abel Prieto, las autoridades de la Casa y los jurados de las distintas categorías. Tal vez para enfatizar los rasgos comunes de quienes nos reconocemos hermanos en Nuestra América, alguien condujo mi silla hasta el centro del escenario, junto a la del presidente Fernández Retamar. Haciendo gala de su fina ironía, el eminente poeta y ensayista paseó su mirada socarrona por ambos carruajes ortopédicos y sonriendo me saludó con un “¿Cómo está, compañera de… ideales?”, a lo que siguió una breve charla sobre algunos de los autores que, como Martínez Estrada, Cortázar, Borges o Gelman, él conoció e incluyó en su ensayo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fervor de la Argentina</i>.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Lágrimas, brindis e intercambios de abrazos y direcciones electrónicas y postales fueron cerrando las diez jornadas de dichosa, enriquecedora convivencia. Al día siguiente, la mayoría de las delegaciones partían, excepto algunos que decidieron permanecer en La Habana a la espera de la inminente Feria Internacional del Libro. En nuestro caso, no quisimos regresar sin hacer una visita al Grano de Maíz, el modestísimo mausoleo elegido en vida por Fidel Castro y que hoy guarda sus cenizas en el Cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: "times new roman"; font-size: small;"> </span></o:p></span></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span> </div>
Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-26104269949933563782018-03-23T12:06:00.001-07:002018-03-23T14:21:06.951-07:00VER CUBA DESDE CASA (Parte 4)<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: x-large;">CIUDAD NUCLEAR<o:p></o:p></span></span></b></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Levantar la vista de la lectura para contemplar la otra punta de la bahía era el corte más saludable y placentero en el trabajo que nos competía como jurados. El día era diáfano y, en aquella franja de tierra que a lo no tan lejos se veía entrar en el mar, como abrazándolo, era fácil divisar la silueta de edificaciones. Entre ellas, destaca una construcción prominente y abovedada. “Es el reactor de la Ciudad Nuclear”, responde a mi pregunta la muchacha morena y sonriente que arrastra el carrito de la limpieza sobre el que lleva, junto con la botella de detergente y los trapos de piso, un ejemplar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">de Ernesto Guevara, también conocido como El Ch</i>e, la voluminosa biografía escrita en casi 1000 páginas por Paco Ignacio Taibo II. “Lo llevo para mi niño, tiene cinco años ahora, pero crecerá”, dice orgullosa señalando el libro que le regalaron.</span><br />
<span style="font-family: "calibri";"></span> </div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIak9TdCod_TwQK3EJ1rjdgZuw22ZDC4C-VDwskDyiR3_fyym67auQyX21bu2VmAfsOlcyOZrKNNe7WZSJGJNxvDE5ZVEmEZeZhbcTcf1md6ZgHRv0oGKFFBJnrzEzcYrkeb6vcwOPcg8/s1600/Reactor.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="1280" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIak9TdCod_TwQK3EJ1rjdgZuw22ZDC4C-VDwskDyiR3_fyym67auQyX21bu2VmAfsOlcyOZrKNNe7WZSJGJNxvDE5ZVEmEZeZhbcTcf1md6ZgHRv0oGKFFBJnrzEzcYrkeb6vcwOPcg8/s320/Reactor.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El reactor nuclear de Juraguá, hoy convertido en chatarra.</td></tr>
</tbody></table>
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Sumando la información que me proveen los lugareños y la que arrojan los sitios de internet, la curiosidad crece. “No es lejos, se puede ir, visitar la ciudad y regresar en el día”, me estimula la camarera que me alcanza un jugo de guayaba. Pero considero las obras que todavía no he leído y mi dificultad para movilizarme, y sé que no iré. Por suerte, veré a través de los ojos de María Clara. Ella se sube esa misma tarde a la barcaza que transporta a los habitantes hacia y desde sus trabajos. Vuelve al anochecer y comparte su carga valiosa de testimonios e imágenes. La que trae en la memoria de su celular y, sobre todo, en la propia, atravesada de perplejidades y sentimientos que la cámara no llega a registrar.</span><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://tse4.mm.bing.net/th?id=OIP.7yMc_-3opgTls3LuTTBU6gHaEE&w=299&h=165&c=7&o=5&pid=1.7" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Resultado de imagen de juraguá ciudad nuclear" border="0" class="mimg" data-bm="33" height="165" src="https://tse4.mm.bing.net/th?id=OIP.7yMc_-3opgTls3LuTTBU6gHaEE&w=299&h=165&c=7&o=5&pid=1.7" style="color: #312819;" width="299" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Maqueta de lo que debió ser la CEN.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En su recorrida por las calles de Juraguá, mi hija refiere semejanzas con tantos pueblos del interior de la Argentina que en los 90 perdieron el tren, las consecuentes fuentes de trabajo y parte de su población. La Ciudad Electro Nuclear o CEN, -que así sigue llamándose lo que queda de lo que debió ser una gran urbe-, fue un proyecto conjunto de Cuba y la entonces URSS que empezó a levantarse en 1976 con vistas a dotar a la isla de dos potentes generadores de energía termonuclear. El emprendimiento terminaría con la dependencia de la importación petrolera, dificultada por el bloqueo estadounidense, y generaría nuevos y calificados puestos de trabajo. Cientos de ingenieros y técnicos cubanos se perfeccionaron en la Unión Soviética mientras se construían 4.200 viviendas, además de parques, escuelas y clubes deportivos para albergar a las familias de quienes trabajarían en la planta. En 1982 se inauguró con enorme expectativa. Faltaba poco para finalizar la construcción y poner en funcionamiento el primer reactor, pero ya la dinámica orientada al autoabastecimiento energético estaba a punto de concretar el sueño. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La caída de la URSS en 1989 abortó esa y otras posibilidades de desarrollo. Desde entonces, la población activa busca trabajo en localidades cercanas y los jóvenes tienden en su mayoría a migrar, lo que sumado al paisaje del viejo reactor convertido en chatarra y los edificios sin terminar va reduciendo aquel enclave a un pueblo fantasma. Pero a pesar de todo muchos siguen residiendo y resistiendo con lo que les queda de aquel ideal, apostando a recuperar el proyecto y volver a empezar.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>¿Voluntarismo, quimera o nuevo desafío? Para un pueblo que desde hace casi seis décadas viene ganando batallas éticas contra un asedio criminal y que sigue defendiendo su dignidad contra la hostilidad económica, política y mediática internacionales, me inclino a pensar que lo imposible entra en su horizonte de posibilidades.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Si no fuera así, la por ahora frustrada Ciudad Electro Nuclear no seguiría presente en el imaginario de sus creadores, como pudimos comprobar quienes asistimos a la representación de la obra teatral <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Zona</i>. Escrito y dirigido por Atilio Caballero, artista residente en la CEN, el espectáculo no me pareció teatralmente logrado, sobre todo en lo referido a la puesta en escena. Pero aportó un documento valioso sobre las subjetividades, contradicciones y debates que, sin censura, con libertad y valentía, afronta la sociedad cubana ante sus propios problemas. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La pieza presenta de manera fragmentaria a distintos personajes de ficción inspirados en los habitantes residuales de lo que debió ser una ciudad del futuro. Pero la singularidad está dada por que los referentes reales están presentes en la sala. Sentados en primera fila, están habilitados por el director para levantarse de sus butacas e interrumpir el curso de la obra cuando lo deseen, para dar su testimonio, con la sola condición de que no supere los dos minutos. Hay quien evoca una anécdota, hay quien ofrece su alegato en ruso, sin traducción, y hay una mujer de rasgos orientales que en dos ocasiones usa sus dos minutos para cantar arias de óperas. Es la soprano Natalia Nikolaevna, residente en la CEN desde que, a principios de los 80, en su Kasajistán natal (ex URSS), se enamoró de un ingeniero cubano que estaba especializándose para trabajar en el reactor de Juraguá. Se instalaron juntos en la ciudad nuclear, tuvieron un hijo, pero terminaron separándose. El fracaso amoroso sumado, tal vez, al del megaproyecto cubano-soviético y a su propio desarraigo, afectó el equilibrio emocional de la mujer que, desde hace algunos años, sobrevive con un modesto subsidio oficial más lo que obtiene ofreciendo por las calles su canto a capella y una balanza que arrastra de un piolín, con la que el vecindario pesa desde un niño hasta una bolsa de arroz. La vulnerable condición de esta mujer, que en la ficción se llama Ekaterina, encarna la de la ciudad que habita. Sin embargo, el Estado cubano protegió a su hijo, que es hoy eminente primera figura del Ballet de Santa Clara.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Volviendo a la obra de Atilio Caballero, se trata de una creación que pone en debate el delirio y la frustración de quienes están hoy atravesados por esos sueños rotos, a la vez que subraya el extrañamiento y las contradicciones de la historia. <span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Cuando termina la función, actores y personajes reales se mezclan con el público en el pequeño hall del teatro y en la vereda. Todos tienen muchas preguntas y algunas respuestas disponibles para intercambiar. El hombre de overol azul se presenta: “Soy electricista y hasta que el proyecto se cerró puse ahí mi trabajo y mi pasión, como muchos de mis compañeros. Y sigo confiando en el proyecto de la CEN, creo que no está perdido para siempre”, confía, entre la ingenuidad y la osadía. <span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Conmovidas, mi hija y yo arrancamos hacia el autobús que nos espera para regresar al hotel mientras evocamos, salvando las distancias, la anécdota ya legendaria de 1956, tras una durísima jornada en la que el ejército del dictador Batista había diezmado a los jóvenes revolucionarios. Fidel se encuentra con su hermano y le pregunta: “¿Cuántos fusiles traes?” Cinco, contesta Raúl, a lo que el Comandante responde: “Y dos que traigo yo, siete. ¡Ya ganamos la guerra!” <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: "times new roman"; font-size: small;"> </span></o:p></span></b></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span> </div>
Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-82688869089198196992018-03-22T12:21:00.006-07:002018-03-23T14:21:06.978-07:00VER CUBA DESDE CASA (Parte 3)<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: x-large;">TODOS LOS FUEGOS, CIENFUEGOS<o:p></o:p></span></span></b></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">En esta ocasión y como viene ocurriendo en varias ediciones anteriores, la lectura y evaluación de los trabajos concursantes se realizó en el hotel Jagua, de la ciudad de Cienfuegos, un marco de serenidad y belleza excepcionales, frente a una bahía donde el Caribe se aquieta en acuática mansedumbre. A lo que debe sumarse el clima de fraternal gentileza que generan todos y cada uno de los anfitriones, desde el ministro de Cultura Abel Prieto, el equipo de eminentes intelectuales y gestores de Casa, su ya mencionado presidente, Roberto Fernández Retamar; su vicepresidenta, Marcia Laiseca; el director de Investigaciones Literarias, Jorge Fornet; o la directora del área Teatro, Vivian Martínez Tabares, entre muchos otros. Sin olvidar a los afables cienfuegueros y, en especial, el personal todo del hotel. </span><br />
<span style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> <table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMzgf9UbtT0Ejo9qTqt3w6ZnDJJf59x58ZndbxzDtQSeUpofPVY-iRYVG8biqWekNpYXY1vYh-R53c_Pl_VeiA8RX9fbO9gTUtztkZbFABj_rxwPRpVygHS6PWZVYdQyoat-O7VFdYKQ0/s1600/IMG_5915.JPEG" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="240" data-original-width="320" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhMzgf9UbtT0Ejo9qTqt3w6ZnDJJf59x58ZndbxzDtQSeUpofPVY-iRYVG8biqWekNpYXY1vYh-R53c_Pl_VeiA8RX9fbO9gTUtztkZbFABj_rxwPRpVygHS6PWZVYdQyoat-O7VFdYKQ0/s400/IMG_5915.JPEG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Con Jurados y autoridades del Premio, en el hotel Jagua.</td></tr>
</tbody></table>
</span><br />
<span style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> Entre todos hicieron más placenteras las horas de lectura en las bellas terrazas frente al Caribe y ofrecieron visitas a escuelas, hospitales, teatros y edificios emblemáticos de la ciudad, </span><span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">reportajes, exposiciones, mesas redondas o debates. A la vez, los compartidos desayunos, almuerzos y cenas facilitaron el intercambio de criterios y experiencias, contribuyeron a ampliar o fortalecer vínculos y sumaron compromiso, solidaridad, conciencia del presente que transita Nuestra América y obstinada esperanza en lo por venir.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZDbYDPUPzjHXIRP6vgsgGjS2ItNkJQGmpLn2bf5bd9YmdSzlElZSvdheiF7-DQhWEAk0uWj5vZetWobiquxuXK_Y-VRGxb_UGWrPMqmYLEeDR7BAyT78s0vBZM27CVRSqUNEdocDjcFw/s1600/Olga+Trabajando+en+Cienfuegos.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="533" data-original-width="800" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZDbYDPUPzjHXIRP6vgsgGjS2ItNkJQGmpLn2bf5bd9YmdSzlElZSvdheiF7-DQhWEAk0uWj5vZetWobiquxuXK_Y-VRGxb_UGWrPMqmYLEeDR7BAyT78s0vBZM27CVRSqUNEdocDjcFw/s320/Olga+Trabajando+en+Cienfuegos.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Las horas largas de concentrada lectura alternaron con invitaciones de los organizadores y de funcionarios locales a recorrer las calles, de trazado tan impecable como la limpieza y conservación de sus edificios, de refinado estilo neoclásico, levantados en su mayoría durante la primera mitad del siglo XIX (la ciudad se funda en abril de 1819), cuando se asentaron allí colonos franceses llegados de Luisiana y Nueva Orleans. Declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2005, Cienfuegos es la ciudad más joven de la isla y exhibe en su parque José Martí el único Arco de Triunfo del país que homenajea a la independencia cubana. Acompañados por el alcalde de la ciudad, algunos de los visitantes conocimos el Teatro Terry, un elegante edificio por cuyo escenario <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“a la italiana” pasaron figuras como Enrico Caruso o Anna Pavlova. </span></div>
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
</div>
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
</div>
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgebBiYn4XW7TOoMaRXjp82WXkrdHDXBNBIC_5uxTftYp07rzrreX-KVNyzJDOsqpKWFkDQMyng7J7pGpf1N7FHXrDY0ubFQ-AvPsmOetY90I7LKqDjOh6iCdaXlV2KTsWcKbi8yHcfVLo/s1600/IMG_6015.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgebBiYn4XW7TOoMaRXjp82WXkrdHDXBNBIC_5uxTftYp07rzrreX-KVNyzJDOsqpKWFkDQMyng7J7pGpf1N7FHXrDY0ubFQ-AvPsmOetY90I7LKqDjOh6iCdaXlV2KTsWcKbi8yHcfVLo/s1600/IMG_6015.JPG" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Junto a la inmensa actriz Charo Francés.</td></tr>
</tbody></table>
</div>
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">En esa ocasión ensayaba allí el ballet infantil de la ciudad. De pronto, sin interrumpir las rutinas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cabrioles</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">fouettés</i> de niñas y niños, trepó ágilmente al proscenio una de las jurados visitantes, la intérprete Charo Francés. Desde allí, de manera tan improvisada como generosa, la fundadora y directora (junto a Arístides Vargas) del grupo Malayerba de Ecuador ofreció un intensísimo y conmovedor monólogo de la </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Instrucciones para abrazar el aire</span></i><span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">. La obra, </span><span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">escrita por Vargas, está </span><span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">inspirada en el secuestro, supresión de identidad y hasta hoy desaparición forzada de la bebé Clara Anahí Mariani, tras el asesinato de sus padres por parte de la dictadura genocida que sometió a la Argentina entre 1976 y 1983. Hay que decir que, más allá del arresto expresivo de la actriz, que todos aplaudieron con genuina emoción, a nadie sorprende en Cuba la ruptura imprevista de lo formal para ofrecer un regalo no programado, surgido de la inmediata empatía.</span></div>
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "calibri";"></span><br /></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixJNDOGqMDbE3KMAjwRDNERiny-fz635H9raB6Zos8c_hG4MMe5IakDZTD9jL56uftESXiJ6O73WPRBtDXJntBjh6W7RrPaIuv0KZLi27hYtnbuiE9pUL_ETgFVABV8YgoOAvgC5wcywQ/s1600/olga-cosentino-jurado-premio-de-la-critica-casa-de-las-americas.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="579" data-original-width="772" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixJNDOGqMDbE3KMAjwRDNERiny-fz635H9raB6Zos8c_hG4MMe5IakDZTD9jL56uftESXiJ6O73WPRBtDXJntBjh6W7RrPaIuv0KZLi27hYtnbuiE9pUL_ETgFVABV8YgoOAvgC5wcywQ/s400/olga-cosentino-jurado-premio-de-la-critica-casa-de-las-americas.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">En la terraza del Jagua, con mi hija María Clara y su ternura imprescindible</td></tr>
</tbody></table>
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
</div>
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
</div>
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;">
<br /></div>
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
</div>
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span> </div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: "times new roman"; font-size: small;"> </span></o:p></span></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: "times new roman"; font-size: small;"> </span></o:p></span></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: "times new roman"; font-size: small;"> </span></o:p></span></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span> </div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-11876590280596389382018-03-22T11:34:00.000-07:002018-03-23T14:21:06.933-07:00VER CUBA DESDE CASA (Parte 2)<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="font-size: x-large;">CON LÍRICA Y CON GUITÁRRICA</span></span></span></b></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 8pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="font-family: "calibri";">Por eso, tanto me parecía muchísimo. Y sin embargo hubo más. Empezando por la emoción de llegar, ahora como invitada, a esa amigable construcción <i style="mso-bidi-font-style: normal;">art decó</i> ubicada en el barrio habanero de El Vedado, a escasos doscientos metros del Malecón. Un edificio donde es fácil sentirse “como en casa” y confirmar que no es en absoluto azaroso el nombre de Casa de las Américas con que fue bautizado y definido su destino. En ese ámbito integrador donde el que entra se siente “de la familia”, en el mediodía del lunes 15 de enero, en el despacho de Presidencia y en amable ronda encabezada por su titular, el poeta, ensayista y crítico Roberto Fernández Retamar, fuimos presentados los jurados de las distintas categorías. Que en esta edición 2018 fueron Cuento, Teatro, Ensayo de Tema Artístico literario, Literatura Brasileña, Literatura Caribeña en Inglés o Creol y Estudios sobre la Mujer.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 8pt;">
<span style="font-family: "calibri";"><span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Saboreábamos la primera ronda de café c</span><span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">uando entró Silvio Rodríguez. El impulso de la mayoría fue indisimulable. Al recato nervioso del primer instante le sucedió un menos discreto movimiento de cada quien, buscando aproximarse al legendario líder de la Nueva Trova, en procura de un saludo, un abrazo, un intercambio de palabras y, claro, una foto. Alguien de la Casa me animó: “También los cubanos tenemos ese cariño por Silvio y no perdemos ocasión de expresárselo; ve tú también si quieres, éste es el momento”. Sólo tuve que mirar a María Clara, mi hija y necesaria acompañante, que sin mediar palabra arrancó empujando mi silla de ruedas hasta cruzar el salón y lograr la foto, después de un diálogo tan fugaz como amable con el artista, como si de retomar una conversación interrumpida un rato antes se tratara. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 8pt;">
<span style="font-family: "calibri";"><span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span id="goog_959252989"></span><span id="goog_959252990"></span><o:p></o:p></span></span> <br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdgHdLyMRYthmgIYwXeDATLMdKDengbUHA0tcxqLqNuwM9WH6GHzn-3WGh8mwcjeSE6e0EQ2hyphenhyphenRPhP1qWXElfqat3u3SfNz31T8aV6WZqmHj2qDvE3zzLRJBVqT5ZHgAx9ZHvBVE-vjPE/s1600/DLIV0138.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="768" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdgHdLyMRYthmgIYwXeDATLMdKDengbUHA0tcxqLqNuwM9WH6GHzn-3WGh8mwcjeSE6e0EQ2hyphenhyphenRPhP1qWXElfqat3u3SfNz31T8aV6WZqmHj2qDvE3zzLRJBVqT5ZHgAx9ZHvBVE-vjPE/s320/DLIV0138.JPG" width="240" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Con mi hija María Clara y Silvio Rodríguez.</td></tr>
</tbody></table>
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";">Pero la emoción se empinaría luego, cuando ya en el enorme auditorio Che Guevara de la Casa, el trovador dijo las palabras inaugurales de esta nueva edición del Premio, a pedido -contó-, de la máxima autoridad de la institución, el allí presente Roberto Fernández Retamar.</span></span></div>
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: "calibri";"> Hasta hubo algunos que se quebraron de emoción cuando dijo:<o:p></o:p></span></span><br />
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">“<span style="color: #333333; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><em>Quienes hemos sido parte de esta Casa de las Américas durante 59 años tenemos pruebas, en primer lugar, de que el bien es posible, y de que el arte y la cultura son parte de su sustancia. También sabemos que algunas inconveniencias pueden durar más de lo proclamado y que el bien es aún perfectible.”</em></span></span><span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="color: #333333; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><em></em> </span></span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="color: #333333; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">El discurso tuvo varios momentos de fuerte compromiso, pero el párrafo anterior concentra esa virtud del lenguaje poético capaz de comprimir el universo en una frase. <span style="color: black;">Aquí va la primera parte:</span></span></span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="color: #333333; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"> </span></span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="color: #333333; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="color: #333333; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span><br /></span></span><br />
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dxIsvRrvU9bE4_VDmvWq7J9lHkOI8S2YU_eim-4gycuVXduRUKnDlaU1qQ0VtR2bMkY-V54LYTa9IqCqVU22w' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="color: #333333; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: "times new roman"; font-size: small;"> </span></o:p><span style="font-family: "times new roman"; font-size: small;"><span style="color: #333333; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> <span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Y sí, Casa de las Américas, lo mismo que el espíritu y la energía que la habitan desde su origen, tiene la edad de la Revolución. Nacida el 28 de abril de 1959, tres meses después de la entrada triunfal en La Habana de los combatientes liderados por Fidel, el 1° de enero de aquel año, fue fundada por la heroína del Moncada y Sierra Maestra, Haydée Santamaría, quien presidió la institución hasta su muerte, en 1980. A ella homenajeó, con ternura y sin nombrarla, el conmovedor discurso de Silvio Rodríguez, cuyo segundo tramo pego a continuación: </span></span></span></span></span><span style="color: #333333; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "times new roman"; font-size: small;"><span style="color: #333333; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "calibri";"></span> </span></span></span></span></span><br />
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dyDS6YZEe-SK5vjkGQ00Cq197xz9VfU8mwwTZ3ws-sO7ZhYQkkyQ1lBS4jSyovVxbKJ5Z19ErCZndTP6oAdMg' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span><br />
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: "times new roman"; font-size: small;"> </span></o:p><span style="font-family: "times new roman"; font-size: small;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span></span><span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Es que en esa mujer, la Casa sintetiza ese otro modo de vivir en comunidad que se dio hace casi seis décadas el pueblo de Cuba, según el cual la cultura y la educación constituyen un derecho de cada ciudadana y cada ciudadano que el Estado garantiza. Al punto que el mismísimo Banco Mundial reconoce hoy que este país caribeño califica en el primer puesto por su inversión presupuestaria en esos rubros, incluso comparado con los más desarrollados de Europa y América del Norte. Por su parte la UNESCO destaca que, c</span><span lang="ES" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">on una tasa de alfabetización del 99,8%, la isla exhibe el nivel más bajo de analfabetismo de América Latina y la tasa de escolarización gratuita más elevada (99,7 %), a la vez que establece que los alumnos cubanos disponen en promedio dos veces más conocimientos y competencias que sus pares de los demás países latinoamericanos.<o:p></o:p></span></span></span></div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La frialdad de las cifras fue fácilmente constatable en la realidad, no sólo para mí sino para el resto de los jurados convocados, al confirmar </span><span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">con admirada gratitud que esa isla asediada y bloqueada desde hace casi sesenta años, sometida a la inclemencia arrasadora de ciclones inevitables (?) y a insuficiencias económicas evitables, sigue sosteniendo, impulsando y desarrollando la creación, la investigación y el intercambio de </span><span style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>escritores, artistas plásticos, músicos, teatristas y pensadores de América Latina y el Caribe. En el caso del Premio Literario, esta distinción se concede desde 1960, incluye la edición de la obra premiada y una significativa retribución monetaria para su autor, además de las excelentes condiciones que se ofrecen a los jurados durante el tiempo que dura su función. En este caso, Silvio terminó diciendo:</span><br />
<span style="font-family: "calibri";"></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dwXZK6_uuR6O-B9QXf56jfzpv1lQNtdin1xRAVmKzpii6ojQ60b7sg38UV3lVS40YVWOc-5t3uz5ZyycFmKhQ' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
<span style="font-family: "calibri";"></span><br />
<span style="font-family: "calibri";"></span><br />
<span style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span> </div>
<br />
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="color: black; font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><o:p><span style="font-family: "times new roman"; font-size: small;"> </span></o:p></span></div>
<br />
<span style="color: blue;"></span><br />Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-19549141339660080712018-03-22T10:36:00.001-07:002018-03-23T14:24:08.010-07:00VER CUBA DESDE CASA (Parte 1)<br />
<div align="center" style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; text-align: center;">
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 26pt; line-height: 115%;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 16pt; line-height: 115%;">Seis postales de la cultura y la idiosincrasia cubanas, registradas en mi reciente visita a la isla como integrante del Jurado del Premio Literario 2018, en la categoría <u>Teatro</u>, que otorga Casa de las Américas.
La distinción, sin duda la más prestigiosa de la región, galardonó esta vez al argentino Fernando Crespi por su obra <u>Paraje Luna.</u> Pero el encuentro me sirvió para redescubrir, confirmar y compartir
una realidad que no se agota en la lectura de los textos concursantes.<o:p></o:p></span></i></span></b></div>
<br />
<br />
<div align="right" style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; text-align: right;">
</div>
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; text-align: left;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Pergamino suma un nuevo pergamino. A la lista de sus hijos ilustres encabezada
sin duda por el cantor, músico y poeta mayor don Atahualpa Yupanqui--, se
agrega ahora Fernando Crespi, ganador del Premio Literario/Teatro 2018 de Casa
de las Américas (La Habana, Cuba) por su obra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Paraje Luna.</i> Se trata de un texto que revela no solo a un artista
inspirado en la elección del tema, a un autor que domina el desarrollo de la
peripecia y los mecanismos del lenguaje. Es una pieza impecable en su
estructura, que avanza a través de situaciones y personajes tan delirantes como
reconocibles, que articula humor y tragedia, y cuyo aparente localismo (la
cíclica fatalidad de sequías e inundaciones en zonas agrícolas), es referente
de múltiples y universales significados. En los que, como enuncian los
considerandos del Jurado, “confrontan la ruralidad y lo urbano, el saber y el
prejuicio, la tragedia y el ridículo, la pequeñez de la criatura humana y la
desmesura de sus sueños”.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p></o:p></i></span></span></span></div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>La mayor institución cultural cubana
premió a Fernando Crespi y enorgulleció sin duda a los pergaminenses. Pero
además, tengo la percepción de haber sido premiada cuando se me convocó para
integrar el Jurado de Teatro junto a María Teresa Zúñiga (Perú), Charo Francés
(España-Ecuador), Diego Sánchez (Colombia) y Alexis Díaz (Cuba). Se me premió con
la oportunidad de asomarme a la diversidad creadora del continente y a la
vitalidad cultural y social de Cuba, tan opacada, negada y distorsionada por los
medios informativos dominantes. Por eso, lo que vi, leí y viví fue mucho más
que las cuarenta y cuatro piezas de dramaturgos cubanos, argentinos, mexicanos,
salvadoreños, panameños, colombianos, dominicanos, guatemaltecos, peruanos,
venezolanos, portorriqueños y chilenos que concursaron. Y por eso quiero
contarlo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Cuando
abrí mi correo y encontré la invitación a formar parte del Jurado del Premio
Literario Casa de las Américas 2018, tuve un vago presentimiento, algo así como
un indicio de que esta vez la experiencia de estar en Cuba sería distinta. <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: left; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Había recorrido varias veces la isla intentando
encontrar (y lográndolo) lo que omiten o desfiguran los medios masivos o las
guías turísticas respectivamente. Hasta terminé internándome (metafórica y
literalmente) en su sistema de salud, en las dos ocasiones en que, en el CIREN
(Centro Internacional de Restauración Neuromotriz), con sede en La Habana, recibí
eficaces tratamientos de alivio a la Esclerosis Lateral Amiotrófica que me
aqueja desde hace algunos años. Reitero, entonces, que conocía Cuba. O creía
conocerla. <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: left;">
<span style="font-family: "calibri";"><span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Sin
embargo, ahora la cosa pintaba diferente. Empezando porque haber sido convocada
por esa</span><span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-AR;"> Casa de renombre mundial era en sí mismo un honor, un
regalo de la vida que no estaba segura de merecer.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Al menos, sentía el desafío de estar a la
altura de los antecedentes de un premio literario diseñado en su origen nada
menos que por Alejo Carpentier. Un galardón que recibieron Julio
Cortázar, Abelardo Castillo, Eduardo Galeano, Ricardo Piglia, Andrés Lizarraga,
Juan Gelman, Ezequiel Martínez Estrada, Osvaldo Dragún, Noé Jitrik, David
Viñas, Enrique Buenaventura, Virgilio Piñera, Antonio Skármeta, Haroldo Conti,
Atilio Borón o Idea Vilariño entre otros nombres de pareja estatura literaria. </span></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTQHGhor43nQWxPni27LV339t_Xhxrrof7BBlKgk-JOGwXrJeMcb9spQbc2OteJIUgzCVdi8MobP1TiWydCAWrRZvaBerei_YidLw2MohAkIpcpcQ305tlnMGNfqI555vIDTE4zhPEbVk/s1600/casa-de-las-americas-cuba1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="250" data-original-width="299" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTQHGhor43nQWxPni27LV339t_Xhxrrof7BBlKgk-JOGwXrJeMcb9spQbc2OteJIUgzCVdi8MobP1TiWydCAWrRZvaBerei_YidLw2MohAkIpcpcQ305tlnMGNfqI555vIDTE4zhPEbVk/s1600/casa-de-las-americas-cuba1.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El edificio de Casa de las Américas, en La Habana, Cuba.</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 115%; margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: left;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="font-family: "calibri";"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Un lauro
que, por si le faltaran antecedentes ilustres, contó con jurados como Atahualpa
Del Cioppo, Paco Urondo, Carlos Monsiváis, Ernesto Cardenal, Haroldo Conti,
José María Arguedas, José Saramago, Horacio Verbitsky, Emir Sader, Fernando
Martínez Heredia, Augusto Monterroso, Nicanor Parra, José Lezama Lima, Mario
Benedetti, Juan Carlos Onetti, Rodolfo Walsh, María Seoane o quien hoy preside la
institución, Roberto Fernández Retamar.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: left;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="font-family: "calibri";"><o:p> Un premio que viene entregándose anualmente de manera ininterrumpida, desde aquel mítico 1959 del triunfo de la Revolución Cubana, a lo largo de casi seis décadas de cruel bloqueo económico. Tiempo que incluye el atroz “período especial” desencadenado tras la caída de la URSS, cuando volvió a confirmarse que, aun a la hora de adaptar las políticas públicas a severísimas limitaciones presupuestarias, la cultura --tanto como la salud y la educación-- sigue siendo en Cuba un derecho humano innegociable . </o:p></span></span></div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt; text-align: left;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-size: 14pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES-AR;"><o:p><span style="font-size: small;"> </span></o:p></span></b></div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt;">
</div>
</div>
Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-55239420482816968142018-02-03T12:12:00.001-08:002018-03-23T14:18:06.353-07:00DIEZ DÍAS QUE FORTALECIERON LA ESPERANZA<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">PREMIO LITERARIO CASA DE LAS AMÉRICAS 2018</span><br />
<span style="font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Vengo de vivir diez luminosas jornadas en Cuba, donde entre el 15 y el 25 del pasado enero tuve el honor de ser invitada como Jurado del Premio Literario Casa de las Américas 2018 en la categoría Teatro. Desde las emocionantes palabras de bienvenida con que nos recibió Silvio Rodríguez en la sede de Casa, frente al Malecón habanero, pasando por las intensas y a la vez placenteras horas de lectura en las terrazas del hotel Jagua, frente al mar Caribe, en la serena bahía de Cienfuegos, incluyendo visitas varias a sitios emblemáticos, funciones teatrales, reportajes, exposiciones, mesas redondas, debates y enriquecedores intercambios con jurados de diversas disciplinas o con algunas eminentes personalidades de la cultura y a la vez gestoras de Casa, como Marcia Laiseca, Jorge Fornet o Vivian Martínez Tabares, entre tantos más, todo sumó compromiso, solidaridad, conciencia del presente que transita Nuestra América y obstinada esperanza en lo por venir. </span><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjotBqf8SvgJtUt9e_Uc-xazdL3uAvb4FtPm8eQREWY7nmsuG9SZmGlBznkbAdvs6OO_ra83wWWHV_l1w5Xl9-ikp0fGdCnK6xzU0ZMtYkeJHk0qqVPReetaG47H1o9gHPxXm8K9Gwely4/s1600/DLIV0138.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="768" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjotBqf8SvgJtUt9e_Uc-xazdL3uAvb4FtPm8eQREWY7nmsuG9SZmGlBznkbAdvs6OO_ra83wWWHV_l1w5Xl9-ikp0fGdCnK6xzU0ZMtYkeJHk0qqVPReetaG47H1o9gHPxXm8K9Gwely4/s400/DLIV0138.JPG" width="300" /></span></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><div>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: x-small;">Con mi hija María Clara, mi acompañante necesaria, junto </span></div>
<div>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: x-small;">a Silvio Rodríguez y su generosa, poética bienvenida.</span></div>
</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"></span><br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0VjyV13xeEIISrjVJ5FnyCeN3HqAGJjmTD601mc9yeXar57Vbo1QbU9K1FPO0HLVpjEXfeHqYUk-LE-hI3DzYBooDwtmf8wvnWQYty_ZC1bmv9P-RTrXt3aFn-b-HKwt6IrQ1yy351dc/s1600/IMG_6139.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><br /></a><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Tra<span style="background-color: transparent; color: black; display: inline; float: none; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">s esa rica, hasta radiante experiencia, no me fue fácil aterrizar en mi país hoy en sombras, por eso demoré unos días este modesto testimonio. </span></span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Pero fui feliz trayendo el galardón que esta vez correspondió a la obra <i>Paraje Luna</i>, del argentino Fernando José Crespi, a quien no conozco pero me gustaría, como me gustó descubrir en los diálogos, en los personajes y en la inesperada, irónica reveladora peripecia de su texto, el reflejo de realidades tan cercanas como universales. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Fui feliz también al coincidir con el voto mayoritario de un jurado que me enorgulleció </span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">integrar, junto a la actriz, directora y dramaturga peruana María Teresa Zúñiga, la actriz y directora española-ecuatoriana Charo Francés, fundadora junto a Arístides Vargas del grupo Malayerba, de Ecuador; del actor y director del grupo colombiano Matacandelas, Diego Sánchez y del actor, director cubano Alexis Díaz Villegas, profesor del Instituto Superior de Arte de La Habana.</span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"></span><br />
<u><span style="color: #000120; font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></u>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Fui feliz, además, porque volví a confirmar con admirada gratitud que esa isla asediada y bloqueada desde hace casi sesenta años, sometida a la inclemencia arrasadora de ciclones inevitables (?) y a insuficiencias económicas evitables, sigue sosteniendo y desarrollando políticas culturales, educativas y sanitarias para todas y todos. Es el caso, en el campo cultural, de Casa de las Américas, una institución de prestigio ya legendario en todo el mundo, nacida apenas tres meses después de la Revolución, por inspiración de su fundadora heroica, Haydee Santamaría. Y cuyo Premio Literario</span><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAcWUA4w8zyunt9tQpxdh0-7iipcZpssinqNtwCUCGtfKnr6AfmRrNbCxVGjfH0PgdfK1JbrD-9Xu4Q2xJrb_3bLLJnthrrqxtdefdbyrUBInOEd8IeH_nqpzEQD5hs3pLUFHDXuYvWc8/s1600/IMG_6139.JPG" imageanchor="1" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; clear: right; color: #0066cc; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto; orphans: 2; text-align: center; text-decoration: underline; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><img border="0" data-original-height="240" data-original-width="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAcWUA4w8zyunt9tQpxdh0-7iipcZpssinqNtwCUCGtfKnr6AfmRrNbCxVGjfH0PgdfK1JbrD-9Xu4Q2xJrb_3bLLJnthrrqxtdefdbyrUBInOEd8IeH_nqpzEQD5hs3pLUFHDXuYvWc8/s1600/IMG_6139.JPG" style="cursor: move;" /></span></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><div>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: x-small;">Junto a Roberto Fernández Retamar, presidente </span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">de </span></span></div>
<div>
<span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Casa </span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">de las </span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Américas. Detrás, María Teresa </span></span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Zúñiga, </span></span></div>
<div>
<span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Jorge </span></span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Fornet, </span></span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Saúl </span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Sosnowski, Roxana </span></span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Pineda, </span></span></div>
<div>
<span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Natalia </span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Cisterna y </span><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Marta Aponte Alsina.</span></span></div>
</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">fue organizado ese mismo año de 1959 nada menos que por Alejo Carpentier, y celebrado de manera ininterrumpida durante estas casi seis décadas. Tiempo en el que fueron galardonadas figuras universales como Julio Cortázar, <span style="background-color: transparent; color: black; display: inline; float: none; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Abelardo Castillo, Eduardo Galeano, Ricardo Piglia, Andrés Lizarraga,.</span>Juan Gelman, Ezequiel Martínez Estrada, Osvaldo Dragún, Noé Jitrik, David Viñas, Enrique Buenaventura, Virgilio Piñera, Antonio Skármetra, Luis Britto García, María Esther Gilio, Haroldo Conti, Gioconda Belli, Atilio Borón, Idea Vilariño o Rafael Spregelburd, entre otros. </span><br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Un Premio, por otra parte, cuya historia fue prestigiada por jurados como Atahualpa Del Cioppo, Paco Urondo, Carlos Monsiváis, Ernesto Cardenal, Haroldo Conti, José María Arguedas, José Saramago, Horacio Verbitsky, Emir Sader, Fernando Martínez Heredia, Augusto Monterroso, Nicanor Parra, José Lezama Lima, Mario Benedetti, Juan Carlos Onetti, Rodolfo Walsh o Roberto Fernández Retamar, el poeta, ensayista y crítico cubano que desde 1986 preside esta casa de la revolución y la belleza de las Américas que es Casa de las Américas. El mismo con quien, antes de la ceremonia de entrega de premios, mantuve amable conversación, a la que dio comienzo con un saludo a la vez fraterno y amablemente irónico. Tras pasear la vista por nuestras sendas sillas de ruedas arrancó: "¿Cómo está, compañera de... ideales?" .</span>Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-52635240852384730602017-09-27T19:38:00.000-07:002017-09-27T19:55:56.530-07:00BÁJAME LA LÁMPARA<br />
<span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">Dar
soporte escénico a la poesía implica un alto riesgo dramático. Lo afrontó
y salió airoso del desafío el equipo completo de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Bájame la lámpara</i>, exquisito espectáculo concebido por Francisco
Pesqueira y dirigido por Emiliano Samar, como una aproximación recatada, casi
en puntas de pie, a la vida y los versos de Alfonsina Storni, Idea Vilariño y
Alejandra Pizarnik, a través de la nodriza, la empleada y la asistente de cada
una respectivamente, encarnadas a su vez por tres actrices enormes. </span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoHnrBaPBrXphlcv5LybsnyMzYiWdRzwraX2bWSk5rTmAA4EKwuQb_mKNAORNV_RKK2sRsxMPQDJaaDtSOCEFHKuxJv4ogqmfcJPk-q601FXy4MFI7BBXkUaY31ktuXSO827MHv9GRHN4/s1600/B%25C3%25A1jame....JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1440" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoHnrBaPBrXphlcv5LybsnyMzYiWdRzwraX2bWSk5rTmAA4EKwuQb_mKNAORNV_RKK2sRsxMPQDJaaDtSOCEFHKuxJv4ogqmfcJPk-q601FXy4MFI7BBXkUaY31ktuXSO827MHv9GRHN4/s400/B%25C3%25A1jame....JPG" width="400" /></a></div>
<span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">Lidia Catalano, Miriam Martino y Stella Matute, que de ellas se trata,
asumieron con parejo compromiso y cada una con su personalísimo sello
interpretativo, la tarea de revivir para la escena a tres figuras fundamentales
de la lírica latinoamericana del siglo XX. Pero al hacerlo por la vía mediada
de tres sencillas mujeres dedicadas a servir a sus señoras en la intimidad (“Nadie
es un héroe para su ayuda de cámara”, dice el refrán), se revierte la
condición estatuaria con que el canon cultural suele deshumanizar a los personajes
ilustres, y permite que el espectador se acerque y comparta, en una ceremonia doméstica
y a la vez pudorosa, algunas costumbres, el gusto personal por algunas comidas,
ciertas obsesiones o varios secretos de las escritoras. Todo enlazado en
armónica trama con algunos poemas y, a veces, con la circunstancia en que
fueron escritos.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">Precisamente,
uno de los encantos del espectáculo es la estructura del texto dramático de
Francisco Pesqueira, que multiplica el reto teatral y lo fascinante del
resultado, ya que las tres actrices no encarnan a tres personajes sino a nueve,
empezando por ellas mismas. Esa elevación a la tercera potencia de cada significante comienza cuando
el público ingresa a la sala y las tres están ya en escena, pero en la actitud
propia del precalentamiento actoral, repasando letra, vocalizando o acomodando
algún elemento del vestuario o la utilería. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"></span></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"></span>Lidia Catalano parte de sí misma presentándose
ante el público con su verdadero nombre artístico, igual que sus compañeras de
elenco, para ir adoptando, con casi imperceptible delicadeza, el personaje de
la nodriza de Alfonsina y, sin solución de continuidad, entrar en el alma de la
poeta a través de versos y canciones. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;"></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">Justamente del último de sus poemas, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Voy a dormir</i>, que la Storni escribió como
despedida antes de poner fin a su existencia, es la imagen del título. La misma
que sirvió a Ariel Ramírez y Félix Luna para la famosa canción homenaje <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Alfonsina y el mar</i>. Y en la que,
claramente también, se inspiró la delicada escenografía de Carlos Di Pasquo, poblada
de lámparas que bañan con luz tenue (excelente diseño lumínico de Carlo
Argento) un ámbito irreal, blanco y casi onírico. Imágenes y atmósfera que fueron otro aporte virtuoso a este
espectáculo de cámara que valorizó con igual rigor
los lenguajes del teatro, la lírica, la plástica y la música. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">Las
intensidades que como intelectual, como artista y como mujer apasionada
desplegó, a lo largo de sus 89 años de vida, la uruguaya Idea Vilariño,
encontraron cabal traducción en la sensual expresividad de la cantante y actriz
Miriam Martino, que transitó con ductilidad entre su propia identidad, la de la poeta
y la de la empleada de ésta. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">La
misma adecuación entre actriz y personaje se advierte en la elección de la
temperamental Stella Matute para representar a la desgarrada Alejandra Pizarnik
y a la comprensiva colaboradora que la asistía. Como bien se ha señalado, hay
hasta cierta semejanza física que las asocia, sin que se haya buscado acentuar
esos rasgos de manera artificial. Como en el caso de las otras dos actrices y
sus respectivos personajes, Matute dice y canta con vigor y verdad,
revelando un abordaje profundamente conocedor de la subjetividad, las rebeldías
y los tormentos interiores de la autora de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La
condesa sangrienta</i> o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La última
inocencia</i>. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">Por
fin, un párrafo aparte merece la intervención de la guitarrista y cantante Mirta
Álvarez, que suma al refinamiento de su aporte musical el valor de una figura y
un vestuario que parecen acentuar la naturaleza inmaterial, inalcanzable que,
para la criatura humana, tiene la búsqueda poética. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;"></span> </div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">Una búsqueda que <em>Bájame la lámpara</em> consigue iluminar sin sacrificar el misterioso encanto de los claroscuros.</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<b><span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "helvetica" , sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p> </o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<b><span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "helvetica" , sans-serif; font-size: 12pt;">BÁJAME LA LÁMPARA<o:p></o:p></span></b></div>
<b><span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "helvetica" , sans-serif; font-size: 12pt;">Autor: Francisco Pesqueira</span></b><span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "helvetica" , sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span><br />
<b><span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "helvetica" , sans-serif; font-size: 12pt;">Intérpretes: Lidia Catalano, Miriam
Martino, Stella Matute</span></b><span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "helvetica" , sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span><br />
<b><span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "helvetica" , sans-serif; font-size: 12pt;">Cantante y música: Mirta Álvarez</span></b><span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "helvetica" , sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span><br />
<b><span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "helvetica" , sans-serif; font-size: 12pt;">Vestuario: Sandra Ligabue</span></b><span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "helvetica" , sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span><br />
<b><span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "helvetica" , sans-serif; font-size: 12pt;">Escenografía: Carlos Di Pasquo</span></b><span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "helvetica" , sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span><br />
<b><span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "helvetica" , sans-serif; font-size: 12pt;">Diseño de luces: Carlo Argento</span></b><span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "helvetica" , sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span><br />
<b><span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "helvetica" , sans-serif; font-size: 12pt;">Fotografía: Fernando Musante</span></b><span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "helvetica" , sans-serif; font-size: 12pt;"><o:p></o:p></span><br />
<b><span lang="ES" style="color: #444444; font-family: "helvetica" , sans-serif; font-size: 12pt;">Dirección y puesta en escena:
Emiliano Samar</span></b><b><span lang="ES" style="color: red; font-family: "helvetica" , sans-serif; font-size: 12pt;"> <o:p></o:p></span></b><br />
<b><span lang="ES" style="font-family: "helvetica" , sans-serif; font-size: 12pt;">Espacio IFT – Boulogne Sur Mer 549, sábados a
las 19.<o:p></o:p></span></b>Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-5257805486909202442017-09-23T16:47:00.001-07:002017-09-25T20:03:05.030-07:00CHARLOTTE CORDAY, POEMA DRAMÁTICO<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="about:invalid#zClosurez" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="Resultado de imagen para NARA MANSUR CHARLOTTE CORDAY" border="0" class="rg_ic rg_i" data-sz="f" jsaction="load:str.tbn" name="YPns8DXh3glm4M:" src="data:image/jpeg;base64,/9j/4AAQSkZJRgABAQAAAQABAAD/2wCEAAkGBxITEhUTExMVFhUXGBcYGRcYFxgYFhcYGBkYFxcXFxgYHSggGholGxgVIjEhJSkrLi4uGB8zODMtNygtLisBCgoKDg0OGxAQGi0lHSYtLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLS0tLf/AABEIAOUAqwMBIgACEQEDEQH/xAAcAAABBAMBAAAAAAAAAAAAAAAEAgMFBgABBwj/xABDEAABAwIEBAIIBAQFAQkBAAABAAIRAyEEEjFBBVFhcSKRBhOBobHB0fAHMkLhFFJy8SNiY5KighczNENEVJOywhX/xAAYAQADAQEAAAAAAAAAAAAAAAAAAQIDBP/EACMRAAICAgIDAAIDAAAAAAAAAAABAhEhMQMSMkFRE3EEImH/2gAMAwEAAhEDEQA/ACGZZygk84+ZSqlJwIA9hCYpOi8R96gKTo1rZoIPuK4zUjsXRcGmCO56cxyTNbEeqYA0zVeNT+gdOQQvH+KtD205u7xO/pGvadFDP4iYLzcnT6DoEdb0Un9JSviWUacTme655uKrr8Oars7zPIbNH0RNHCucfFOYxPQG8DqVKV6TKbIIkn9IMewnYLWNQ3sl3L9EFS4eXEhjbc9ypGjwAMaX1LNG3M9Tv2CnaNEtaCctxOUWa0fFx7oTH4epVHiJDRpsfYEpTvQRjRUuJV5JDbD/AJH6KEfh5NhCt+K4e1gvA6mygMfWYLNM9BYJxfwJZ2Rb2gfVIZWINinHkH9Kb368lqZlu9F+Iicp0KuLaF8wk79pXLuEVCHK/YHEPcwHXz8ljyRyWpYJY4fl3nZOt00F0G3Odx0iborM6wDr9G39slZVZVimmJ8I0tvfmnWO0JbOk/seaDFB8g5vcPmlupVHbujnYfAIoLMxggE8gfsojCYVnq8zntGaPD9eaD/hTMFzjOt9emiWMIBYud5lPQWH1cMwggvbkMaWNrlPNdhgIFh2UW/CMbHhdPcn2Jl+GpkyA4zvp7kgEUKd7ydNyjhSgabXvsmOHUgXE6GL/JP4mBJuZt37BVRFnMX4zNVqP5n3bBE0a7XOEnwtv3OwUNxA5ajmDZxHXVLo1Iho0GvVbVSDZc8FiGA+scdrD4e0qRwQZVdmuQzfRsi57qmYNxqOAH5R7zzVgo44NZkZofAOpP5vvqVzyts2WESmEq1KgL9ASQyLkxbMSfvyQ2NoPPhBP+Z5J178uiksI+KdrZRlb35/fNRPEquVozuJJ0G8fJODV4FLRDY+mLht3cybntOqh34TLqLnnrKseGwZdLyLbBIOB1cTDR5dgt7rBnVlbrUTH0QYoXPRTp8Uu/SLD6pn+Ht3v1VIlgeCpw6VcOFVQBbUkH2AFV/B4e90UK+QA7tMHslMEi6YQTmO1gi2ZZiZ6aFCYWtmplwMgxHW1kZRa5sgxI32iFgUYR0vyPROMcY8Np5hYaYGsgdN1gbzNja30SoYl0wL/ssebSNUouH392QmIqiYKVDEV5Jk63gnZNZieY9p+S0aZF5JHKdeyZ/iI1yz2+iuiSYwhIzQ3QxPPktUsMROYnNJOto6e9PUXOuCAMp6b3Qj8VmeAfCSYuYHIaKqJKV6b4Cmyq1wGUvBkncquOwWXVwA16roPpNgKdYNY92SDrH5b3CqWKNJhLGHOG2zER37BUm6wNV7GqFWGw3wt5/qP0CWMV4mxtZvc6lR+Ir9gmsM7xTsLpfj22V39HQKOM22iSm8FgzWqmrUMNGg5bKCqY4tEdAPcpvAY8U6U6u2/qP0WEXS/wBNZK3RN4t1JvhJ00A0Ht3Khse01DlAhuwH3qU/w3DuqkSMxNzyHc79lI4w08OLEZjq4/8A5HzV+JGysY3CZQGcvzHYdB8EK+kTcC+gHwCNxeJBO7jsNPOUO/FFpi09NAqTkxNJGVKAYA3eCXdzoojHvm/PX4KRq1Iub6e+So7FMPvVklm9CMZmovpk3Yd/5Tp71aG1A1k72G0bdFUfQzCkOqv0ENbpadT8lb6DbRbUQefZRKth7F3G1+W61qNCOY1v3TeLeQBJvv2RIDRIJM2PQqBiQRyuga88jvptCkmhpab38pQD2FwMXAJjoOiaAGa6ZjbXunBQab5StxAGUAm39llbFwSL+aEhNhvEKjwSWsLQIE2g21Hw9iawuFuXFublvfsgKlV35Q6WzYSTHu0TrK9VoIaNRrJ56i1ldk0SPDchxDQ5oOYuDQRuGkxf2qB9MuAsZTfUDACCTmGhB26FSA4k1opucPFScHD2GLnsSrZ6V4YVcNUaP1CRF5i4KDWFVRwAYW909TwpOgOUXKexjX5jmGWHRHKNlevRbg7KlIS0ElVKTrAoRzk589895Rz8dAaDprHNdCx3oZSDXQwSdx8QqLjuCVWPlrWvAtrcdws6LeAvA8bqNYSA2mzZo1/qcdSlUKubxuM8gb+0qN/gKxu9pHcWR2FGU3ElPQqHqjIl5/MdJ2690EGS4AX3KKqMqVHadgnzTbS8P5nlV2pE9W2BYhgJj2/IIDF3eGjmFJ1vCJJ8RSeBcOdUqh5/KDJPXkEu2Aqiy8PwxZTDW6zPttKlMO0xBI5n5e1NOw4EGT3vJTbncjO1yfqo7E0EObIt99E8aYdGYi468tZ06IF579sx+q1labwPO480AHZGjS6FqaGBfbbzEobIJgDroFlDCAtzFoJubjqhA6FvId0No5dUtpHdNMpNj8oB6iSnqbacXpAnnp7oTYKjfCsPmcXbN15yiK9cNPiAvF9Y5IXHcQp4Z0B7BIkiZudLDRQvGvSOhVLG03Zdi4g5WzudyByWvUix/jGLYQ8OIGZpFuexVg9EuPPdhTTe12drPV5+bO3OIF+SjOMeijWYOq8P9ZUIa41DplkTlA0EK2cM4axtJpbo9jT/AMb/ABS0sFxWaZS+NcEbUoZwIdmJncyVZfQ7BFjGkiLBPVcO0QCBsVMUAABClGwdkBsqR6W8BfnFWkYcOlnDkQrrhnpzE0mu1KeQ6o5HiH4p8N9U1uxN49gUjS4HIGs2k9eau9XD0gctpKIoYFuqltstRS2cy4pRqsJYwTGu1uijsBSc+o1nq3NzES4jbcid1fMZQBrOPZK9XLxECATMb6fVSn6oU4tK7IjA+jdDOXPaXAiGlxOvPkURicF6vwtgXkAaaaBTFWuwA6QB84UfWqgvjfW/bnz0To5rGWUj4S6xI+45IWu3KTYmPfpqpKnUuCbcraj7uh8Q6Xk7dokjY9PohILG2tzQQB267LXqoPL6ooGIgyLa6THuCJ9VzsRzj7hOgI9zSGTaQh8CD6hhg3zb9SjiymSM1pkCeovqhMAD6po5T7LnRAGFp10EcviVsUidz5pVQQNf2Qxq9QgRy9zk2StErS7DJI6x6A444jAGg67mZqf/AEkS34kexWT0UxObDNa781Kabhv4TB92Urnn4R47Jin0ibVWGP6mX+Bcrvjqn8FivXH/AMPiIDzsyqBEno4fdlztZaOhPCZIYynY82n3Ov8AFNMxPglEYyoGkOmWkRPNux9hsgclyBoRKhGyN1eJFtxot4biVSqPBEc9VvDUJaJG6FxfCgx/rGEszRJFhPXl3SvNGsUSXCAxtV3rTJdoT8Ap7DZW5htsqDj8Y8CHknX9M9oc3XunuDcYr5SIkDSZkDqqJknVse4o5wxJDRMgFZQFUuJsLaIuqwHUZnTM3i2nu2W6EmXWNoJ38kUc0+Ryx6G6WHO40voCD98k26gC6Yi3fr5o1lQWAuSLmwi+iBqMzGJPhdcmwMcuaZmO1Gidf0j46WTbcKXu6fdu6W13ivtcWiyRwuu71r26tOjfmOqVZCx+pTyWBJnYack2+jNibztv5/BJxNd05cw6WjvE6/BKYy0nzJ+4VYAAxtJocSbEadTH90jhFImkHXiSI5wdlJ8UoD1Wci4sOs81H8EeTTyA89vaQk0A5UZLbgZlGvpCb6qwZbQR7SmHYal/N70UFnEByWJBK3K6CCR4Dj/UYijW/ke0ntMO9xK9E4nB061N9Oo3NTqC46G4IOx3BXmYL0B6B8W9fgaTyZc1mR3dnh+ACy5fprx/CpYp9fhbvVV81XBuP+HWAl1Kf0uHy8lJYDGt8L2uD6R0cDIH09qn+I12vBa4AtNiDcHuFz/H8BFJzqmEqOoE6s/NSd3adFlaka5idAwNQEQiK1MkEbLkeC9Mq2HfFQtqDk0Rpyv8VbMF+IeFc27y08i0z+6biy4ziw/G4EyYMDuneF0w1pFoMEEX9h9iruL9I6mMJo4Np/zVXS1o3iY1KsPCuCksaapLXWzBr3ZTzgkppMjm5FLFh1Vr4blaDfyj9k7hJmC0AfYWm8Jpj9T/APc75lD4ijlOpvoczr89ShpmA63CQbEkd77pyjQBkScoJmdfeo8tE3JH/U4fNY3CyCZfHVzoPvQmFBjsOADYanyhOUKbWtADZkCSBtsg8Fw5pMESBM+J0ztvopAYOlYS4HaHOB8pVKwYDimSRybp9yh/WCSHG/e3sRFfhwMlua03JJ+eiHq8MsHWn29tyk2woZx2Lc6nljyvtb2yjPR6nFMAggkXnomKPDxc3jufn1R9DDw3ce0+WvJCHQRiKcXtI+artTBuJJzm/b5qwNw4N3Enld31QlTASSRMdz9UxUcCW5SVtbEi2ldZ/DOoRgZ/1Kg+C5K1dW/C8ZsG7pVd8GrPl8TTi8ix16LnFrRuqv6cVjQZkGpEuPIbD2q50amWq3sVR/xIZMAfrdLj0A+CxhujaeFZzKq+/wB76+9OUmlsgET8E7i6MQQCReCNwNT2QZdyK6Tl2Xv8N+JgesoWDneMOj8wAuJ5jXzXVMMJY3t2PkuD+iFUsxuHI19Y0ex1j7iV3vMdJkRZTWQFFxvYDXVNhvrALkRrYEED7lKZUPPn9LDpZNYXClodcnS8/DqgBpjWPqWAgAGTvrMDbui3AOhwiPl05FDiic4IdaNOdtE5TcNHi02EWHVAAmFLhnDT+pxv3P0SW1QZz/mkRFrH6LKFQBtwTLjpaxJ5p8UmuZLLTBuIdHY3lQMU0aSSI6xZaw1UOknqm6OJLSWuEkct+fuulUn5vEYjla37oGF5mwDboUM6plaSfyj39lt1cAGw5/fVV5mNqF8NbLZ005379LJgThxzQBeNNd+gQx4+3k//AGk/BR/EcO9zZGuvMCU/Q4O4tBLxJHJCsRwxKCQEsLUQoLqf4U1owtUcqp97WrlYXRPwwf8A4Vcf52nzb+yz5fE04vIub6nilQ3FMP6x5JvaB2UkDJKS+nuuU6mU30jilhajQACbTvBIELnoCvP4hVIDWcyD5SqQV08awcnI8ll/D/BZ8UKhnLSGYkCfEbNjrqfYuxcOxLnU8zpzZomItq2wmTfVUv0B4ZlwJqEeKo4vE7tb4W/A+auHDnHIJGnt6lU9kBTrke1bBjUmOqTmiSfvusNYOJB58jeNkCHSYFvYUlp5+1NsrC4/lPxSC4G23yKBjDKZymDF3aiZElLOI8IPKAbyka0y0fmBP/2MXTQJETry2nulQxOIque4ja0ReeZkJyhEDY+ULA4ZgCI1i9+ei25wsfvySodm6pFwIuOW/NNFobAbb2wD35myBxWOLSW6uOnTnPJDYTMT/iO8JIABiOvbZMRKmm5xbte97eSkQDzQVRpghhAOojf2RsnG4tsXLZ3uEAefWpYSGpbVoIUFffwyqeHEDqw+5wVCCtf4fYnLUrN/mYI7h37qOTxZfG/7HRMLeSn36JzBYbK0TqmcSYBXKkdTZzD0/rzXa3+VvvKhOD8OOIr06I/Ubnk0XcfKUR6TVS7E1J2MeStf4Y8M/wC8xJH+mzsILyP+I812RVI428l8pU8jGsaYYGhoAAgACAFoVYsHx7BZM1MTDovDuunsQ7a2V5YATmMEkeLpljqolJRVsIxbwgrE1SRGc8jby0WqGJdAGe06EGZ+iRXYc2cgQCZPLbTl1SKTjcjuPb9lMQU2q6/5PeD8VoV3Tt8PeNU5SaxwDnTItHLedOSHc0SSxx55REQdCRrsUUFihmAs4D26zfzTRe6DcH9lmGp52ZGyxwLoIg5ZuS6deW+qbxzzYCDAudG9Y/dFBY3VqOJiPL+yepOIEEabTqh6IJIEmwH9/gpKq0wAIFtd+spUOyKEZjaCUuowToesQiawiDaLTvC3R1NkqGIoYh35ZIEzOUyPdKUMM3mfL9k7Lc+XLcxBiRHVYCTo4R2RQWcHaltSAlBakiwp70GfGMpD+bM32kSPgoBFcMxhpVqdUfoe13kb+6UNWgi6Z30tsoviNUNa5x0aC49miSpI1gWhw0IBHY3Cpn4h8Q9VhhTB/wASudNxSaZJ/wCp0D2Fc8Y2zonKkcxrVHPeXaue4n2uOnvXYeB4VtHD06UXa2/9Ru4+a5p6KYYPxVORIbL4/p098LpDqxtBAve0yOnWV0M5guqwkS0eIaf2Ujw6k94ezPYtJIjaRIG4P0UfRcDzn4qT4axzXtJgB2Zl9pabrn/kRuBrw+WANuQl0yMkh40BOnt5pVMU3eEWI0ufInyUnw7htOt4qgvJm516IPHcOp06oySJmLmBA+a0jK6JlBqwXM5pc51m2je/0TdVk+IDfnYjpv7lt2UEgwJufZuVsttr4TpuFdGZqk9+V8WFoJG06dxv3CZzA6m+hjXvGy3XdkvmA2IkR3I59UNRrMj8zYM3JA+aKGPMpGcwMfflCcFUTf36k/JJqkjVwE+V90M90jb6hTQw1rwRca7f2SXVII0IA+9UNSfBtMbCVp5Jj79iBhArkXHLfXzSmARv5wgatZwGl02zEW09wUtDs4+EoJISgtSBSyVqUlxQB0D0b9MMuF9S69SnZkyQ5gvFtwJHkuqcR/DfA4p/r6prOLmtiKkNDY8LWiLBecsK+HNPIj6L1n6N1M+Ew7udGn55RKKpWhtt4K1w/wDDHh9F2ZgqgxF6k28lIj0Kwv8Aqf7/ANlZYW4Sti6lfpeieHaQR6yRvmn4hNcR4ExjXVWuqFzfEAXDLYzpCssJuuyWkcwQk1eGNWsoqnC8M4tc8SW53bXA1Fk8ODU69Q+szFoEiHObfQgkKZ4afE7qGn5FSCK6ld3JEC30Swe9Ke73n4uS2+jWDH/p2e8/E9lNpJanbI6kYz0fwm2Hpf7AfinP/wCJhf8A29H/AONn0UjCyEWwoq3pfwOm+m17WhuS3hAHhPbkVSqGHA98/Rdbq0w4FpuCCD2K5XxNvqar6R1aY9m1uyAoaqtaNAOaDr1PG2LRPaY/dLc5w9u+ijq1Q+saN5Py5KGUSZwpcILvuPemH8JvZ335rbceCZnpbRKOKHP3owI4yEoJuVsFWIWSmpWOcsATGOsK9X+gzieH4UkRNJvlFvcvJ7F6q/Dqtn4Zgz/osH+0Zfkm9AixrFiZr4pjPzOA6b+SgY8sKizxaT4WT7YTk1H6nK3kNT3KVjobwNqpH9Q98hSZcOaja+FbG/mUO2g1JzyNQJkPHMJShhQAUjgahLb3gxKFKwcaCFixYqJMXPPxBwkYhtQfqb72mPhC6GqX+JoilSqcnlpPRzZ17tQJlBrVXj6dFHVasVNYmU+K866E2/uj+F8DzE16tmiwB3HOFNDSbwgfhnDa1YF7SA3d7gY6wN4U3R9GXFoJcf8AaB7lKYet4MxGVg0BETG8Jip6V0gYzNt1Ro3XF9OEMwrVY2+ilNlCnVq+sL6rgGUmEAkEwJJBglA+j+ANfEUqI/U6/YeI+4LrmA4Z63jFJhBFPC0PWQREOd4WEDzK1ZzQyys/9kbadLPWqv8AWOMNpsy2J2kjxEDU20URjvwoxYcfVOY9m2Y5XdiBI967XVOerN4aIHQm5+SLNIwsHN3g3lBI871vw+4iz/yM39Lmn5rufoDUOH4bh6VVrm1WNcHM3HjcRfTQhSYw104MLOqPyPRPRDGK4pUf4WDL2u72JvD8LcfE867m5UnTpZfygD4rDTnUkotsMIRTZTZ3SvXk/laT8E6yiBslSgAPEufuB5qG4lUrsaXsvcACOeimsZVBsB7VD8WxHgLc4a4xF7y05gY3GqlJWW3gjBxDEU3D+IECWhwEZhNwQ3cdQrzg6jXMBZoqA/EYmt4SWGSPFaRGnX2K8cIw5ZTg6n5AC62pLRl2sOWLUrAUCNqr/iPhRUwRaSR42GR3/dWeVEek/Dn4ij6thAOYOvoY2na+6aE9HIcJwpjCHtqOcQZAIEFE8Z4lXzNLALQcn80G4B2MbbqQqYJ7CWvbBGoO31WVsHntA68/dur6oiPLKKwVXjnpXXeA3L6sHV35iBvAtKrgp0zf+LcJ29Q8/Cyv2N9HzVbAH+LtsKw5cm1Ry0d3Vb/g8ts7mx+mSI5iNlMouOjaM1ybY7+EhA4iCWh0UqljpeB812TgNEfx+OcbkDDMB/yiln+LisWIZENMUw/4lT+s/FSDCsWLlN3seaNkoLFi0I9mpW5hYsTQhWZJa5YsQxoGxtONFCYnhVF5zOYMx/VcHksWLP2aLQdwOi2k7IGg6nMfzdp5KfJWli1hoxnsxy0XQe6xYrM2LWlixIZC+k3DmPpuqGzmAmeYH6TzHwVOfTkDbQrFi0joxnsZNWQQRI3ufPoeqEx3Gabajm1cLRrPETUcIc+wgujeIE7wsWLaCtGZ/9k=" style="cursor: move; height: 198px; margin-top: 0px; width: 148px;" unselectable="on" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Nara Mansur Cao</td></tr>
</tbody></table>
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">Después de haber aplaudido, y procesado durante varios días, la perturbadora experiencia como espectadora de
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Charlotte Corday, poema dramático</i>,
que en agosto de 2017 interpretó en Buenos Aires su autora, Nara Mansur Cao,
concluyo que
si hay un lenguaje capaz de traducir lo intraducible –léase: la síntesis de
revolución social y autobiografía--, ese lenguaje es, excluyentemente, el de la
poesía. Y, segunda conclusión: la poeta cubana (residente actualmente en la
Argentina) se instala con esta obra en la categoría de precedentes como el
Alejo Carpentier de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La consagración de la
primavera</i> o el Peter Weiss de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Persecución
y asesinato de Jean Paul Marat</i>, novela y drama respectivamente con eje en
el concepto de revolución y, ambos, de innegable y arrasador lirismo. Tanto,
como el de este texto que, ahora como performance o recital poético dramático,
en el Centro Cultural de la Cooperación, mostró un vuelo más alto (¿inalcanzable,
tal vez?) que cualquier forma con que se pretenda materializarlo.</span><br />
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;"><o:p></o:p></span><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhq8oMo9MK-kC4ZYBeDRjg6bSXDxRww9kgLrP_0ZHL-Vy5sZZ21akQUdcjZ1jpZeUNSommvk6xQ37PLK-DL7obpUJOiHkpB8T3xiXIIBjJwaP37CNhSKtbMQhfggV5750NxWUCFYRuWz5U/s1600/Charlotte+Corday+1.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhq8oMo9MK-kC4ZYBeDRjg6bSXDxRww9kgLrP_0ZHL-Vy5sZZ21akQUdcjZ1jpZeUNSommvk6xQ37PLK-DL7obpUJOiHkpB8T3xiXIIBjJwaP37CNhSKtbMQhfggV5750NxWUCFYRuWz5U/s320/Charlotte+Corday+1.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">
Charlotte Corday, poema dramático</td></tr>
</tbody></table>
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">No
obstante, el despojamiento de una puesta en la que la poeta dice sus propios
versos, de pie ante un micrófono, con prescindencia de cualquier otro despliegue
expresivo fuera de la música ejecutada en vivo por Marian Dames (piano) y Guillermo Esborraz (batería), permite el real lucimiento de la
palabra, protagonista autosuficiente del hecho escénico. En cuanto a las intervenciones musicales, hay que destacar el modo como éstas dialogan de forma a veces contrapuntística con la voz, comentando, enfatizando o en ocasiones hasta polemizando con lo que dice. La salvedad
es que, en algún pasaje, el volumen de los instrumentos tapa la voz; un desajuste que tal vez se haya corregido en las funciones posteriores al
estreno.<o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 15pt 0cm 7.5pt; mso-outline-level: 3;">
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">Como
los referentes literarios arriba mencionados, la obra de Nara toma como punto
de partida, ya desde el título, las secuelas de la Revolución Francesa
encarnadas en la legendaria figura de la joven girondina que asesinó al líder
revolucionario Jean Paul Marat. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 15pt 0cm 7.5pt; mso-outline-level: 3;">
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">En
su desarrollo, el poema alterna y yuxtapone (y a veces deliberadamente
superpone, como en un juego de transparencias), palabras y situaciones dramáticas
asociadas a la Revolución Cubana y también a otras sublevaciones populares, de
la historia y de la actualidad. Unas y otras, enlazadas con la subjetividad de
la criatura humana, ya se trate de Charlotte Corday, o de la primera persona en
quien se reconoce el testimonio autobiográfico de la autora. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 15pt 0cm 7.5pt; mso-outline-level: 3;">
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">En
un registro que combina la evocación intimista con el absurdo y la ironía, son
muchos los recursos aplicados a subvertir convenciones, a exponer con tristeza
o con sarcasmo la degradación o el vacío de ciertas consignas devenidas meros
eslóganes, a revelar los excesos sangrientos o la progresiva esclerosis
burocrática de casi todas las épicas revolucionarias. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 15pt 0cm 7.5pt; mso-outline-level: 3;">
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">De intensa, conmovedora sinceridad resulta
el tramo más autobiográfico, donde evoca el encuentro familiar en un velatorio. Allí
describe: “<em>El farol con el que mi abuelo hizo la campaña de alfabetización
alumbra la pequeña sombra de su ataúd</em>”. La acción se ubica en los Estados
Unidos de…¿América? No, de “<em>Ánimo</em>”. Es “<em>un día de 1990</em>”, apenas un año después
de la caída de la URSS, cuando la protagonista se distrae del ritual funerario
y cuenta: <em>“…mi mirada se llena del paisaje agrícola, agrio / de Afganistán, y
sus muertos, y más muertos, y muertes</em>”. El tramo concluye: <em>“Prefiero que mi
abuelo haya muerto así / Sin saber nada, sin noticias.”</em> <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 15pt 0cm 7.5pt; mso-outline-level: 3;">
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">Pero
el largo poema de Nara no coincide ni confronta con la visión de la pieza de
Weiss a la que alude. En todo caso, pone en tensión ambas miradas e introduce
otras. En el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Marat/Sade</i>, de 1963, se
ha querido ver a la asesina como una contrarrevolucionaria, como un “ángel de
la muerte” (en palabras de su traductor al castellano, Alfonso Sastre). En este
poema, cuyas referencias a la obra de Weiss abrevan en la traducción de
Virgilio Piñera, la autora propone otra vuelta de tuerca y resignifica el papel
de la joven que llega a Paris con su criminal objetivo. Extrapolando los
múltiples e indemostrables sentidos posibles de cualquier acto homicida, el
texto legitima, se burla o contradice alternativamente los estándares
históricos, al deslizar entre sus versos varias y hasta paradojales hipótesis: ¿Charlotte
era una contrarrevolucionaria en busca de la restauración conservadora? ¿Pretendía
una revolución en la revolución? (más precisamente <em>“una revolución en la
revolución en la revolución”,</em> redobla Nara en su texto <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la apuesta de Trotsky). ¿Es posible que esas actitudes
antagónicas confluyan en un mismo servicio a los objetivos de la
contrarrevolución? ¿O acaso Charlotte no buscaba ninguna de esas alternativas
sino otra que su momento histórico no estaba en condiciones de comprender? Y
esta última alternativa, ¿será tal vez la que induce a la autora a arrimar
significativamente su propia biografía a la de la Corday? En varios pasajes se
advierte esa deliberada confusión de identidades. Casi en el final, por
ejemplo, en los versos precedidos por el subtítulo “<em>Habla Charlotte Corday por
segunda vez”,</em> se lee: “<em>A los treinta y tres años quiero desembarazarme,
totalmente, del concepto de política…”</em> La hablante es la muchacha francesa del
siglo XVIII, que murió en la guillotina a los veinticinco; quien tiene treinta
y tres en 2002, cuando se estrena en La Habana el poema dramático, es Nara.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 15pt 0cm 7.5pt; mso-outline-level: 3;">
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">Si
bien nada hay en este texto que lo explicite, un perfume de época y de
geografía global inunda el desencanto que parece latir en sus muchas ironías. “<em>Somos
los inventores de la revolución pero todavía no sabemos utilizarla. Oh, padre.
Pater. Patético. Padre patético. Paternidad patética. Papá desempleado. Papa.
Patata. Papilla. Papamóvil. Pa lo que sea Fidel pa lo que sea. Pa pa pa pa pa pa
pa pa pa (onomatopeya de ráfaga de AK-M)</em>”, dice, y a esa altura ya está claro
que no alude sólo a la Revolución Cubana. De hecho, hay en el poema fugaces
alusiones a otras gestas heroicas, a otros devenires políticos, masivos o
personales; a otras muertes, otras guerras, otros asesinatos. Enunciados por la
autora desde un escenario pequeño, a apenas centímetros de la primera hilera de
espectadores, y con el énfasis sonoro que aportan los músicos en escena, es
inevitable escuchar también balaceras y clamores más actuales o cercanos (balas de goma y plomo en manifestaciones populares o la pregunta ¿dónde está Santiago
Maldonado?).<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 15pt 0cm 7.5pt; mso-outline-level: 3;">
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">Pero
lo que se insinúa como una señal todavía indefinida, como un incierto presagio
que acaso la misma autora no haya pretendido, es el experimento todavía no
ensayado de una revolución menos patriarcal, con menos testosterona y con más
poesía, una revolución de las mujeres en la que otra Charlotte Corday no necesite asesinar a Marat para
después entregar su cuello al verdugo. Un movimiento plural y contrasistémico
en el que la Judith mítica cumpla por fin el objetivo no alcanzado que Mansur
recoge en su poema: “<em>Vivo para cometer el crimen que salve a la revolución de
los humildes, por los humildes y para los humildes”. </em>Una revolución en la que,
como dice Nara en los tramos finales de su poema, <em>“…</em></span><em><span lang="ES" style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;"> </span><span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">uno pudiera cambiar de
opinión, es decir, no asesinar a Jean Paul Marat hoy 13 de julio de 1793 / Y
dar comienzo al cabaret o al guateque campesino... (Música) / Y dar comienzo a
los improvisadores / para que propongan la alegría futura / la canción
incierta: / Uno se pregunta si las personas sin alegría / podrían construir
algo, la revolución, por ejemplo”.<o:p></o:p></span></em></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 15pt 0cm 7.5pt; mso-outline-level: 3;">
<span style="font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">Una revolución, por
fin, que incluya el erotismo de <em>“La que se entrega / la que más ama”</em> y que tenga
por destinatario al futuro (“<em>Para los niños y la esperanza…”</em>), es una gesta que
habrán de encarar, precisamente, quienes son capaces de gestar un niño, un plato de comida, un poema o (será hora de intentarlo) un mundo más justo.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 15pt 0cm 7.5pt; mso-outline-level: 3;">
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">FICHA
TÉCNICA<o:p></o:p></span></div>
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">Obra:
<strong>Charlotte Corday, poema dramático<o:p></o:p></strong></span><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="clear: left; float: right; margin-bottom: 1em; text-align: left;"></table>
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">Autora
e intérprete: Nara Mansur Cao<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">Musicos
en escena: Marian Dames (piano), Guillermo Esborraz (batería)<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">Espacio:
Juan L. Ortiz<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">Sala:
Osvaldo Pugliese<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 14pt;">Centro
Cultural de la Cooperación<o:p></o:p></span>Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-24930443704427019882017-08-09T12:46:00.000-07:002017-08-09T13:24:11.004-07:00LA MEMORIA DE FEDERICO<br />
<span style="font-family: "calibri";">¿Habría algo que decir frente a la perfección? Si existiese (por fortuna tal cosa sigue siendo inalcanzable), lo demás sería sólo silencio. </span><br />
<span style="font-family: "calibri";">Pero ante lo que roza lo perfecto una
también se queda sin palabras. Cualquier opinión parece enfatizar su propia
banalidad, la estéril pretensión de decir algo sobre lo que fue capaz de decirlo casi
todo. </span><br />
<span style="font-family: "calibri";"></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_VU1FfCZc6YgTWK5C4OHLhgs0eeL5L81uTmsI44_704xdxidANgicc28YjEsZJHkOBv3ER8fsNMdjfPFZikhGqqnT_-H6bpj5jjbqEWF0z9aBbScyOQzVQ_pbdwJr6UZQJt4sdgaTcFo/s1600/20645130_509255962745116_5626035563116846251_o%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="893" data-original-width="1600" height="355" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_VU1FfCZc6YgTWK5C4OHLhgs0eeL5L81uTmsI44_704xdxidANgicc28YjEsZJHkOBv3ER8fsNMdjfPFZikhGqqnT_-H6bpj5jjbqEWF0z9aBbScyOQzVQ_pbdwJr6UZQJt4sdgaTcFo/s640/20645130_509255962745116_5626035563116846251_o%255B1%255D.jpg" width="640" /></a></div>
<span style="font-family: "calibri";"></span><br />
<span style="font-family: "calibri";">Es lo que siento ante <em>La memoria de Federico</em>, la obra escrita
y dirigida por el español Etelvino Vázquez que interpreta Cecilia Hopkins en el
Centro Cultural de la Cooperación y que este viernes 11 ofrecerá su segunda –e
inexplicablemente última—función. Y aunque estoy convencida de que la mejor
reseña (que no pretende ser ésta) nada podría agregar a este espectáculo que se
autoabastece en su integral excelencia, he decidido volver a escribir en mi blog para llamar la atención de quienes
amen el teatro y, muy especialmente, de quienes conozcan algo de la obra y biografía de
Federico García Lorca, para que no se pierdan esta oportunidad única, por ahora,
de regalarse un momento de felicidad poética. Lo que no es para desdeñar en
estos tiempos de tanta tristeza. Sobre todo porque la dicha que se experimenta
ante esta pieza de pequeño formato e intenso lirismo no va por el lado de la evasión. Al contrario, incluye nuestros
dolores de hoy al evocar, sublimados, los de la España de la dictadura
franquista que, hace más de ocho décadas, expulsó, persiguió, asesinó o
desapareció a libertarios y disidentes. Entre tantos, el autor granadino ultimado en un
barranco de Viznar o la actriz Margarita Xirgu, que se exilió en Buenos
Aires y que, uno y otra, vuelven a vivir en la interpretación magistral de Cecilia Hopkins.<o:p></o:p></span><br />
<span style="font-family: "calibri";">En una verdadera hazaña expresiva, nuestra actriz da vida a varios personajes de la historia y de la ficción, a través de los cuales recupera la
memoria del artista asesinado en 1936 por la Guardia Civil Española. Lo hace imaginando un diálogo entre la Xirgu y Federico y reviviendo pasajes de algunas de sus obras más emblemáticas, como <em>Mariana Pineda, Yerma, Doña Rosita
la soltera</em> o <em>Bodas de sangre,</em> algunos versos de <em>Poeta en Nueva York </em>o <em>Romancero gitano </em>y algunas canciones que entona con afinación y delicadeza conmovedoras. </span><br />
<span style="font-family: "calibri";"></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwAjQDl8ktkBhlqyOGX0bjmBzyWMLtC_s-cWGtOFwlgcuvT78J92MgxPtDuJfBwtVOWr6mtC0kBeeWMroiC09eyixgfITykNWwYSRunsDvRr6Ydo2HzAtWI8HOKRIRybGVDYRFigBbmd0/s1600/19417381_10212550824946728_7683996401963577458_o%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1055" data-original-width="1555" height="434" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwAjQDl8ktkBhlqyOGX0bjmBzyWMLtC_s-cWGtOFwlgcuvT78J92MgxPtDuJfBwtVOWr6mtC0kBeeWMroiC09eyixgfITykNWwYSRunsDvRr6Ydo2HzAtWI8HOKRIRybGVDYRFigBbmd0/s640/19417381_10212550824946728_7683996401963577458_o%255B1%255D.jpg" width="640" /></a></div>
<span style="font-family: "calibri";"></span><br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbQmBFMD-oBtWwcTeVeHmb-lNp_YfL7potvSVPg_XDBUWAL7DqIEBAkNr4pJEf3_phh0NqVWWWRmpl0ok9r6I3JWtYXB-UXdjpUFreLI46eHZuMCoJKmnO5abbtf_t6yea2pGnVQPcX2c/s1600/19399029_10212550826746773_8215344615499014560_n%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="651" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbQmBFMD-oBtWwcTeVeHmb-lNp_YfL7potvSVPg_XDBUWAL7DqIEBAkNr4pJEf3_phh0NqVWWWRmpl0ok9r6I3JWtYXB-UXdjpUFreLI46eHZuMCoJKmnO5abbtf_t6yea2pGnVQPcX2c/s320/19399029_10212550826746773_8215344615499014560_n%255B1%255D.jpg" width="217" /></a><span style="font-family: "calibri";">En
cada caso, y con mínimos cambios de vestuario frente al público, se generan
imágenes icónicas que aluden a gestos teatrales de la verdadera Xirgu
eternizados por la fotografía o el recuerdo. En algunas escenas, la acción produce
una suerte de esculturas teatrales. Las dotes expresivas de Hopkins combinan con
naturalidad la danza, la actuación, el canto afinadísimo y la delicada manipulación
de un largo lienzo de tela cruda. Este material, que es traje, velo o capucha
según pida la secuencia dramática, remite al mármol o a la piedra por su
textura y su color a la vez que es movido con etérea plasticidad. Esa tensión entre lo dinámico y lo estático, entre el flujo
de la vida hacia la muerte y la permanencia del recuerdo que fragua en leyenda
o en mito, es lo que estructura la impecable teatralidad del espectáculo. A lo
que hay que sumar el detalle no menos ponderable de los acentos regionales que
la actriz otorga al discurso, según el texto pida el reconocible acento rioplatense,
reclame la castiza dicción de la Xirgu o recree la cadencia andaluza de Federico.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt;">
<span style="font-family: "calibri";">De este inspirado encuentro entre el poeta mártir de
Granada, la memorable actriz catalana y la sensible, consumada recreación de
la intérprete argentina, el director español consiguió un concentrado poético que
merecerían --¿necesitarían?— tener a disposición muchos más espectadores que
los que caben en la próxima función. Esperemos que no sea, como se anuncia, la
última.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt;">
<span style="font-family: "calibri";">FICHA TÉCNICA</span></div>
<span style="font-family: "calibri";">
<o:p></o:p></span><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt;">
<span style="font-family: "calibri";">Autor y director: Etelvino Vázquez<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: "calibri";">
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt;">
<span style="font-family: "calibri";">Actriz: Cecilia Hopkins<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt;">
<span style="font-family: "calibri";">Sala: Osvaldo Pugliese, del Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt;">
<span style="font-family: "calibri";">Segunda y última función: viernes 11 de agosto a las 20:30<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt;">
</div>
</span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 8pt;">
</div>
Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-84945633314884929242016-09-15T13:04:00.001-07:002016-09-15T13:08:09.491-07:00"Mi patria es el escenario" en Los 7 Locos - en Canal 7, conducido por Cristina Mucci<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="270" src="https://www.youtube.com/embed/ZPhfkuYcwv0" width="480"></iframe><br />Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-15606095287662139122016-09-15T12:52:00.001-07:002016-09-15T12:53:32.771-07:00"Mi patria es el escenario" - Repercusiones<h6 class="etiqueta">
</h6>
<div class="row">
<div class="container-fluid">
<span class="dia"> miércoles 11 de Noviembre de 2015 </span> </div>
</div>
<div class="row">
<div class="container-fluid">
<header class="titulo-noticia"><h2>
Admirable obra de Olga Cosentino sobre Gené</h2>
</header><a class="fancybox-thumb trigger-gallery" href="http://media.ambito.com/diario/2015/1110/imagenes/not_815447_10_213059.jpg" rel="gallery" title=""><picture><img alt="" class="animation-e lazyloaded" src="http://media.ambito.com/diario/2015/1110/imagenes/not_815447_10_213059.jpg" data-src="http://media.ambito.com/diario/2015/1110/imagenes/not_815447_10_213059.jpg" srcset="http://media.ambito.com/diario/2015/1110/imagenes/not_815447_10_213059.jpg" /></picture> </a> <a class="fancybox-thumb trigger-gallery icono-ampliar" href="http://media.ambito.com/diario/2015/1110/imagenes/not_815447_10_213059.jpg" rel="gallery" title=""></a></div>
</div>
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<section class="col-xs-12 col-sm-12 col-md-8 col-lg-8">
<div class="col-xs-12 hidden-sm hidden-md hidden-lg">
</div>
<article class="container-fluid despliegue-noticia"><div id="cuerpo_noticia">
<div>
<div id="contenido_data">
<span style="color: black;"><b>Olga Cosentino, "Mi patria es el escenario. Biograf</b></span><b>ía a dos voces de Juan Carlos Gené (Bs. As., Corregidor, 2015, 205 págs.).</b><br />
<br />
"He descubierto en el teatro una celebración de la vida, que en él se celebra aceptando con humildad la propia muerte. El teatro es arte de la intrascendencia, porque está vivo en cuerpos humanos vivos que van a morir; y cuando eso ocurra, nada quedará de ese teatro, de ese arte que existe en los cuerpos de los artistas y en ninguna otra realidad. Oficiantes y fieles participan del recordatorio de su propia naturaleza mortal. De ese hecho misterioso que hace que una historia de millones de años haya confluido en esta hora y lugar". Esto anota con melancólica sabiduría de ecos shakespearianos <b>Juan Carlos Gené</b>, en un balance de su vida que inició en junio de 2000 y sólo detuvo su muerte el 31 de enero 2012. Ese inapreciable documento es el<b> "Epílogo" </b>que agrega un valor suplementario a este valioso libro. <br />
<br />
<b>Gené </b>denuncia lo instantáneo y frágil de la obra teatral. Es <b>Próspero</b> en<b> "La Tempestad", </b>recordando que "esos actores eran sólo espíritus y se han desvanecido en el aire, al igual que la ilusoria visión que representaban los lujosos palacios, y no dejarán rastro". <br />
<br />
Sin embargo hoy hay sobrados registros cuando se trata de una obra enjundiosa como la del actor, director, guionista, dramaturgo y maestro de actores que fue <b>Juan Carlos Gené</b>. Quedan sus películas, sus obras, noticias y comentarios de sus trabajos, documentos fílmicos y sonoros, y este extraordinario registro de <b>"Biografía a dos voces</b>" de la ensayista y crítica teatral <b>Olga Cosentino,</b> que hace perdurable la presencia del multifacético <b>Gené.</b> Ella logra que a esas dos voces se sume la íntima del lector llevado de visita a la vida de un creador. <br />
<br />
Cuando el dramaturgo que se inició con<b> "El herrero y el diablo" </b>decidió que <b>Cosentino</b> fuera su albacea supo que ella iba a proteger ese legado, y que iba a ir más allá del mero cuidado del archivo personal que le donaba. Tres años de intensas charlas convirtieron a <b>Olga Cosentino</b> en compañera intelectual y cronista de <b>Gené.</b> Y la lleva a la inteligencia de hacer que su libro tenga diversas lecturas. Para el psicoanalista y dramaturgo <b>Pablo Zunino</b>, prologuista de la obra, es "un recital a cuatro manos" donde "hay tramos que dan para una novela o una obra de teatro; su salida rocambolesca en medio de la dictadura tiene una fuga que parece para una película de <b>Fellini; </b>su paso por la función pública en Canal 7 en los años 70, la locura de un film de<b> Tarantino"</b>. <br />
<br />
El lector encuentra la historia chica junto a la gran historia, los inmigrantes, los progresos sociales, los cambios ideológicos, los enfrentamientos, sus colegas y amigos que hoy son miembros indiscutidos del canon teatral nacional, y los hitos indiscutibles del pasado reciente, con <b>Perón</b> como centro. Uno sabe también cómo alguien llega a considerar que su patria es el escenario. <b>Verónica Oddó,</b> su pareja en los últimos 30 años de su vida, dice: "la realidad para <b>Juan</b> es el escenario. Encontró que para él es mucho mejor vivir el escenario que vivir la vida, y se arregló para que así fuera". <br />
<br />
Y leyendo sobre la inicial vocación religiosa de<b> Gené,</b> se puede sospechar que descubrió en el teatro un rito que a la vez que se repite es siempre diferente. Que es una celebración. Que en el escenario se está fuera del tiempo, que lleva a la Tebas de <b>Edipo</b>, a la Roma de <b>César </b>o a un suburbio porteño. Que el escenario no pertenece a ningún territorio, que recién cuando lo pisa un actor se sabe si es Tebas, Roma o Buenos Aires, y después cambia, y no deja de cambiar. Es un territorio fuera del territorio, de cualquier territorio, por eso quienes lo habitan momentáneamente son expatriados, seres de un mundo paralelo, del más puro y amplio mundo donde la patria es el escenario. Ese es el lugar que elegía<b> Gené </b>para desplegar sus talentos y que revela el admirable libro de <b>Olga Cosentino.</b><br />
<br />
<table style="width: 100%px;"><tbody>
<tr><td align="right">M.S. </td></tr>
</tbody></table>
</div>
</div>
</div>
</article></section><br /></div>
</section><br />Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-8502457414242259202016-09-15T12:41:00.003-07:002016-09-15T12:41:39.750-07:00Escribió Hugo Beccacece sobre "Mi patria es el escenario"<h1 itemprop="headline">
Conmovedor homenaje a Juan Carlos Gené</h1>
<div class="mas-datos con-firma">
<div class="columnista">
<div>
<div class="seguir f-btnSeguir" data-tagid="736" data-tipotag="6">
</div>
<a href="http://www.lanacion.com.ar/autor/hugo-beccacece-736" itemprop="author">Hugo Beccacece</a></div>
<span class="ln">PARA LA NACION, Suplemento Ideas</span></div>
<div class="fecha">
Domingo 08 de noviembre de 2015</div>
</div>
<span class="total lf"><span class="livefyre-commentcount" data-lf-article-id="1001920" data-lf-site-id="356483"> </span></span><span class="icon-linea-share-vertical"></span><section class="floatFix" id="cuerpo" itemprop="articleBody">
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<div align="left" id="eplParentContainer727795" style="display: none; overflow: visible; text-align: left; visibility: hidden;">
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</aside><div class="primero">
Fue un homenaje conmovedor y, a la vez, una conversación a varias voces que se convirtió casi en una obra teatral. El martes pasado, la presentación de <i>Mi patria es el escenario</i> (Corregidor), la biografía de Juan Carlos Gené, de la crítica y escritora Olga Cosentino, convocó a un público entusiasta y muy numeroso en una de las salas del Centro Kirchner. El moderador del acto fue Pablo Zunino, el autor, director y actor de <i>El doctor Lacan</i>. Hablaron Cosentino, Verónica Oddó, musa y compañera de Gené durante más de tres décadas, y Pepe Soriano, uno de los actores más queridos por aquél. Milagros Plaza Díaz leyó textos del autor evocado y María Millán, hija de Olga, se ocupó con su guitarra de la música de escena. Hernán Gené (también actor), hijo de Juan Carlos, envió un video desde Madrid en el que trazó un perfil muy agudo de éste. Nunca lo molestó, dijo, la fama de su padre, pero desde chico comprendió que, si quería estar cerca de él, la única manera de lograrlo era interesarse en el teatro.</div>
Uno de los momentos más intensos de la reunión (y los hubo muchos) fue cuando Soriano pasó de contar una anécdota personal a interpretar, sin aviso, un pasaje de <i>El inglés</i>, la pieza de Gené estrenada por Pepe en 1974, que fue uno de los grandes éxitos de ambos. La transformación ante el público tuvo algo de prodigio.<br />
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<div align="left" id="eplParentContainer665463" style="display: none; overflow: visible; text-align: left; visibility: hidden;">
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También se reprodujo un fragmento grabado de una entrevista de 2010 a Gené, tomado del programa <i>La ronda de los teatros</i>, que Zunino conducía en Radio de la Ciudad. En esa ocasión, Juan Carlos se refirió a su temprano interés por la música (era un chico) que desembocaría al poco tiempo en la pasión por el teatro.</div>
</aside>Olga Cosentino contó que durante muchos años Gené y ella habían mantenido diálogos que excedían los de un artista y una crítica especializada. Se habían hecho muy amigos. Por eso, ella le propuso que tuvieran una serie de conversaciones que habrían de convertirse en el registro de una vida: "Yo sentía que todo lo que él me comentaba no debía perderse. Juan Carlos era un intelectual. Bastaba ver su biblioteca. Había obras de historia argentina y latinoamericana, de literatura, de filosofía. En los tres primeros capítulos de este libro, me ocupé de la niñez y la adolescencia de Gené, hablamos de su familia nada convencional. Tenía un bisabuelo catalán que, llegado a Buenos Aires, abrió un negocio de calzado en lo que es hoy la Plaza de Mayo. La zapatería se llamaba La Bota Verde y la enseña del local era ¡una bota roja!".<br />
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<div align="left" id="eplParentContainer727208" style="display: none; overflow: visible; text-align: left; visibility: hidden;">
</div>
Tras el golpe de Estado de 1976, Gené se exilió. Primero, fue a Colombia y luego a Venezuela, donde conoció a la que sería su mujer definitiva, Verónica Oddó. Ella, que provenía del mundo de la danza y de la mímica, le aportaría a la enseñanza y a la estética de Gené el eslabón con el cuerpo que éste había buscado de un modo intuitivo.</div>
</aside>Todos los panelistas coincidieron en destacar el carácter religioso que el teatro tenía para Gené. En las charlas con Cosentino, él recordó varias veces que, de chico, había tenido una inclinación mística y el proyecto de tomar los hábitos. Los padres de Gené lo persuadieron de tomar un camino que contradecía otras facetas del muchacho. El teatro reemplazó a Dios.<br />
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</aside>Gené legó su archivo a Olga Cosentino. Sobre esa base y las grabaciones que habían hecho, ella escribió un notable documento. El epílogo no es de Olga, sino de Juan Carlos. Ese epílogo no estaba pensado para la biografía. Ella encontró el texto en el archivo de su amigo. Nada indicaba que él deseara hacerlo público, tampoco que lo impidiera. Pero si alguien escribe, razonó Olga, lo hace para otros. Por eso, resolvió concluir la biografía con esas páginas en las que Gené, durante una década, hizo un balance de su existencia. La primera entrada es del 3 de junio de 2000; la ultima, del 9 de noviembre de 2011, ochenta y tres días antes de su muerte. Para él, la verdadera realidad, según sus propias palabras, era el teatro. En esa última confesión, larga en el tiempo, concisa en la cantidad de palabras, Gené reflexiona sobre el deterioro, la muerte, el suicidio y la religión. Estaba en el último acto, el quinto de la tragedia clásica y debía enfrentar el problema teatral por excelencia: la salida del escenario, la patria donde había transcurrido su vida.<br />
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<li itemprop="itemListElement" itemscope="" itemtype="http://schema.org/ListItem"><a href="http://www.lanacion.com.ar/" itemprop="item" title="LA NACION"><span itemprop="name">LA NACION</span></a></li>
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<li itemprop="itemListElement" itemscope="" itemtype="http://schema.org/ListItem"><a href="http://www.lanacion.com.ar/pensamiento-t54879" itemprop="item" title="Pensamiento"><span itemprop="name">Pensamiento</span></a></li>
</ul>
</section><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEindUASwPgrc2rCMyPHz9xasu4KdOe5gWQL1CzwcarkTJSJlZ5d-f1VFG3_iZRjvl4JP21219o_fBueNflaqX1FVoJWYRjLHvkXGQsJHVVoUBSecJD57DzxfxLOJKb5leCO-T_pdAYohFw/s1600/IMG_2036.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"></a> </div>
<br />Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-37267777131310998582016-06-25T13:50:00.003-07:002016-06-25T13:50:46.553-07:00"ESTO ES AMOR, QUIEN LO PROBÓ..."
<br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin: 15pt 0cm 12pt; mso-outline-level: 2;">
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR; mso-font-kerning: 18.0pt;">Después
de diez años de su estreno, volví a ver <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Quien
lo probó lo sabe</i>, un absoluto prodigio teatral inspirado en la vida y la
obra de Lope de Vega. Se trata del unipersonal escrito y dirigido por Mariano
Moro e interpretado por Mariano Mazzei, dos artistas cuyo talento y exquisitez
roza lo anormal, atributo éste que se aplicó, hace más de cuatro siglos, al autor
de una obra poética, dramática y narrativa de calidad y extensión descomunales.<o:p></o:p></span></div>
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9XoHOhVMpVQFt9oo538RHYsj8v_imfnfPGFNEJb0jA9yrxkebVVp-rijp2bTcabDbg_TzoV-uh7ebpPMSVYyjGdC9pGnxlgslSYKqOLHLZLkORCgeKfLEl6OWpJMRBhWOeNcYNVEm21E/s1600/quien-lo-probo-lo-sabe-rosario%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="142" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9XoHOhVMpVQFt9oo538RHYsj8v_imfnfPGFNEJb0jA9yrxkebVVp-rijp2bTcabDbg_TzoV-uh7ebpPMSVYyjGdC9pGnxlgslSYKqOLHLZLkORCgeKfLEl6OWpJMRBhWOeNcYNVEm21E/s320/quien-lo-probo-lo-sabe-rosario%255B1%255D.jpg" width="320" /></a><br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin: 15pt 0cm 12pt; mso-outline-level: 2;">
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR; mso-font-kerning: 18.0pt;">La dicha
que se experimenta viendo a este actor fenomenal resucitando en cuerpo y alma
al Fénix de los Ingenios durante ochenta deliciosos minutos es una experiencia
de la que nadie debería privarse. Porque cualquiera (no importa su
frecuentación o no de textos clásicos) merece la oportunidad de tomarle el
pulso y auscultar la respiración y los signos vitales de la cultura, la vida
cotidiana, los valores, los prejuicios, las grandezas, las miserias y el
florecimiento de las artes y las letras en el llamado Siglo de Oro Español. Todo
eso y mucho más ofrece esta obra que articula magistralmente versos del mismo
Lope con impecables enlaces dramatúrgicos de Mariano Moro, donde a la vez se
sintetiza y estalla en multiplicidad de sentidos la riquísima y polémica vida
del personaje, sus múltiples aventuras amorosas, las rivalidades y celos con
sus no menos gigantes contemporáneos Cervantes, Góngora o Quevedo y la
exuberante cantidad de comedias que escribió y que fundaron el teatro moderno
tanto como el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Quijote</i> lo hizo con la
novela.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin: 15pt 0cm 12pt; mso-outline-level: 2;">
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR; mso-font-kerning: 18.0pt;">Este
trabajo multipremiado y a la vez modesto materialmente, con pocos y necesarios
elementos de utilería, exacto en la pertinencia de las luces, en los distintos
grados de penumbra y en la procedente musicalización, desborda teatralidad en
la entrega expresiva del actor. Es que Mariano Mazzei es, definitivamente, un
dotado. Pero su cuerpo, su gestualidad, su voz, su dominio del verso español
del siglo XVII y su entrega física y emocional a la criatura que interpreta son
dotes y a la vez dones, regalos que ofrece generosamente a los espectadores.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin: 15pt 0cm 12pt; mso-outline-level: 2;">
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR; mso-font-kerning: 18.0pt;">Por
eso insisto, no se pierdan esta ocasión única. La obra se repuso en el marco del
Festival de Poesía que programa el Centro Cultural de la Cooperación. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero aunque merecería integrar el repertorio
de un todavía<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>inexistente Patrimonio
Teatral del país, se dice que pronto bajará definitivamente. El que avisa no
traiciona. "Esto es amor, quien lo probó..."</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin: 15pt 0cm 12pt; mso-outline-level: 2;">
<span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "Georgia","serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-AR; mso-font-kerning: 18.0pt;"><o:p></o:p></span> </div>
Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-330461541043711805.post-49199727020673349752016-05-12T08:05:00.001-07:002016-05-12T08:07:15.761-07:00ANA PADOVANI EN "BIORRELATOS"<br />
<br />
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;">Con "Roberto Arlt, una pluma en el cemento" dio comienzo el 10 de abril, en el CELCIT el ciclo Biorrelatos, concebido, realizado e interpretado por Ana Padovani y cuya<br /> virtud, ya detectable desde el planteo inicial, es el criterio que orientó la elección de personajes. Desde el Arlt del arranque, pasando por Alfonsina, Cortázar, las Ocampo, Horacio Quiroga o Niní Marshall, cada una de estas figuras sintetiza e ilustra un costado particularísimo de nuestra identidad cultural. Pero todos, reunidos en este ciclo, integran el rompecabezas plural, contradictorio y delirantemente rico que nos define. Primer acierto, entonces, de la talentosa Ana Padovani.</span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8VrbggVX0tBZ02CleVREj6TNAMjDQak84LqHDfPjNIONy4wRVTRV-sTQv4epLXw6_997as_yIJ99ePMvw0OhlUIlR855dCflGABMFIwxkx43lbg700NeEU4HWmMsjwneO2dDjl0YsERY/s1600/049803e94bacd5508963790a4078bdef_L%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="191" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8VrbggVX0tBZ02CleVREj6TNAMjDQak84LqHDfPjNIONy4wRVTRV-sTQv4epLXw6_997as_yIJ99ePMvw0OhlUIlR855dCflGABMFIwxkx43lbg700NeEU4HWmMsjwneO2dDjl0YsERY/s320/049803e94bacd5508963790a4078bdef_L%255B1%255D.jpg" width="320" /></a></div>
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: large;"><br /> En el caso de "Roberto Arlt ..." con que debutó el ciclo, hay que decir que la estructura del texto escénico combina la teatralidad narrativa de algunos fragmentos arltianos con la fascinación del relato biográfico, que la narradora sabe dotar de una delicada coloquialidad, tan intimista como didáctica. En la alternancia de esos dos registros, de extensión bien dosificada, la escritura del autor de El jorobadito resulta iluminada por los accidentes de su biografía, que Padovani entrega al público como resultado de una investigación rigurosa capaz de recortar detalles y anécdotas de fuerte significación.<br />
<br /> Por fin, hay que señalar que a esos aciertos de construcción dramática, Padovani suma su refinada pero rotunda expresividad gestual y vocal, con la que potencia la intención y teatralidad de la palabra y el fraseo. Cualidades éstas que también, transitiva y necesariamente, nos es lícito prever en los próximos biorrelatos del ciclo.</span>Olga Cosentino http://www.blogger.com/profile/12026581131808930339noreply@blogger.com0